Los diputados y las diputadas aprobaron el Presupuesto de Egresos 2022 en la madrugada del domingo. A pesar de las 1,994 reservas que presentaron legisladores de diferentes grupos parlamentarios, se aprobó el proyecto que envió el presidente López Obrador sin un solo cambio.

En una sesión diferida que duró más de 42 horas, el decreto se avaló con 273 votos a favor, 214 en contra y ninguna abstención. Se remitió al Poder Ejecutivo para su aplicación. El presupuesto contempla un gasto total de 7.08 billones de pesos (más de 7 millones de millones de pesos).

Las reacciones

La principal consecuencia que tiene la imposición del presupuesto sin negociación será sobre la reforma eléctrica que pretende el presidente, que, en esencia, devuelve el monopolio de la industria a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y limita la generación de electricidad mediante energías limpias. Esta reforma requiere modificar la Constitución, para lo cual Morena y aliados necesitan tres cuartas partes de los votos, que no alcanzan solos, por lo que requieren el apoyo de la oposición.

El coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, dijo en entrevista con El Universal, que la “reforma, como viene redactada, está muerta, no es porque reaccionemos al presupuesto y que, si ahí nos hubieran aceptado cambios, entonces significaría que está viva, pero como no, nuestra reacción es decir que está muerta”.

Por su parte, Luis Espinosa Cházaro, líder de los diputados del PRD, declaró que “si la bancada de Morena ha determinado que es todo o nada, como lo hicieron ayer, pues así será, que se olviden de sus reformas constitucionales, no va a pasar la reforma eléctrica”.

En su conferencia de prensa del 15 de noviembre, el presidente López Obrador dijo que la aprobación del Presupuesto de Egresos 2022 garantiza que habrá recursos para los programas del bienestar ―como las pensiones a adultos mayores, becas a estudiantes, apoyos a productores y sembradores― y para las obras “estratégicas” del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía.

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