La reforma eléctrica que impulsa López Obrador ha acaparado la discusión pública estas semanas. La atención se ha centrado en el PRI, pues tiene los votos en la Cámara de Diputados que Morena necesita para aprobar la iniciativa. Al tratarse de una reforma constitucional, requiere de los votos favorables de dos tercios del pleno; es decir, 333 votos, pero tiene 277, sumando los de Morena y aliados. Con los 72 del PRI podría pasar la iniciativa en la Cámara de Diputados.

En consecuencia, se ha gastado mucha tinta sobre la importancia del PRI en este proceso y su disyuntiva de apoyar a Morena o permanecer fiel a su alianza electoral y legislativa con el PAN y el PRD. Sin embargo, se ha dedicado menos atención al paso siguiente: la votación en el Senado. Si la reforma pasa en la Cámara de Diputados, en los términos que sea, posteriormente será discutida en el Senado y ahí, aún con el apoyo del PRI, las cosas se complicarán para Morena.

En el Senado se requiere 96 votos para pasar una reforma constitucional y Morena, con sus aliados, suma 73. Es decir, necesita 23 más y los 12 votos del PRI no serían suficientes, sin considerar que por lo menos la senadora priista Claudia Ruiz Massieu anunció que no daría su voto a la reforma en los términos en que la pretende López Obrador.

Aquí es donde puede ser decisiva la participación del nuevo Grupo Parlamentario Plural que conformaron los 5 senadores rebeldes, que dificultaron aún más las posibilidades de Morena de pasar reformas constitucionales, pues uno de esos legisladores proviene de Morena (Germán Martínez) y dos de su aliado el PT (Nancy de la Sierra y Alejandra León). Esos cinco votos no son suficientes para alcanzar los 96, pero se trata de un proceso en que un voto podría hacer la diferencia. Por tanto, tampoco debe dejarse de lado el papel de Movimiento Ciudadano y sus siete escaños en el Senado.

En pocas palabras, aunque Morena convenciera al PRI la reforma en la Cámara de Diputados, la negociación en el Senado será más complicada, pues requerirá acuerdos con prácticamente todos los grupos parlamentarios, incluido el recientemente creado bajo el liderazgo de Germán Martínez.

El PRI hace corto circuito con la reforma eléctrica