Por un lado, sus aliados le advierten que no avale la reforma eléctrica de AMLO, pues pondría en riesgo su coalición.
Por otro, el Presidente López Obrador lo desafía para que se reivindique por todas las privatizaciones que hicieron sus gobiernos en México y vote a favor de ella.
El PRI está en una disyuntiva y no parece importarle mucho. Ellos prefieren llevársela calmada.
El PAN en la Cámara de Diputados, advirtió que el futuro de la alianza con el PRI y el PRD dependerá del voto de los partidos que la conforman.
“Una alianza no son los dichos, son los hechos, y estamos al borde de la determinación de los hechos; si en los hechos nos conservaremos como alianza proseguiremos como alianza, entiéndase lo que significarían los 180 grados de diferencia”, dijo el coordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro, Jorge Romero.
Por su parte, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, reconoció que la reforma eléctrica será la primera prueba de fuego de la alianza opositora.
“La alianza va a tener una primerísima e importante prueba de fuego de su fortaleza con esto de la reforma”, declaró.
Mientras tanto, el Presidente López Obrador dijo la mañana de este martes que el tricolor tendrá con la discusión y aprobación de la reforma eléctrica de su gobierno la oportunidad de definirse.
“¿Va a seguir con el salinismo como política o va a retomar el camino del Presidente Cárdenas, del Presidente Adolfo López Mateos, el camino que trazaron estos dos grandes Presidentes de México? Vamos a ver qué resuelven”, dijo en su conferencia matutina.
La dirigencia del PRI, encabezada por el campechano Alejandro Moreno, respondió a todas las posturas de ayer que no hay prisa y que a ellos nadie los presiona.
“Lo que hemos propuesto es ir a la amplia discusión, no hay prisa, ¿cuál es la prisa? Tenemos el tiempo y el momento, y al PRI nadie lo presiona; como lo dejé muy claro, nosotros vamos a discutir, tenemos que escuchar todas las voces y, en su momento, el PRI con sus legisladores emitirá su voto”, dijo en conferencia el líder tricolor.
Sin pronunciarse a favor o en contra de la iniciativa del Ejecutivo, el PRI anunció el 02 de octubre pasado que los alcances de la reforma constitucional serán analizados por su bancada en la Cámara de Diputados y propuso un Parlamento Abierto para hacerlo.
En en el encuentro con medios, Moreno y el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, dijeron estar dispuestos a escuchar al director de la CFE, Manuel Bartlett, y a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, así como a los empresarios que se han manifestado en contra de la propuesta presidencial.
Ayer trascendió en redes un video en el que puede verse al Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien es cercano a Alito Moreno, departiendo con la titular de Energía, Rocío Nahle, en un café de Veracruz.
Llama la atención que el encuentro se dé en medio de este contexto.
Entre otras cosas, la reforma eléctrica propuesta por la administración federal actual, plantea que la CFE se convierta en el único organismo responsable de la generación eléctrica y la transición energética. La Sener absorbería la labor de los reguladores del sector.
De esta forma, la Secretaría de Energía tendría facultad de regular a los mercados de electricidad, petrolíferos y los contratos petroleros.
Además, el Gobierno federal propone no otorgar más concesiones sobre el litio y minerales estratégicos.
Y establece la eliminación de los Certificados de Energías Limpias, un instrumento diseñado durante el sexenio pasado para incentivar la construcción de nueva infraestructura de generación mediante fuentes renovables.