Este fin de semana, el presidente López Obrador anunció que invitaría a formar parte de su gobierno a dos gobernadores salientes: el sinaloense Quirino Ordaz del PRI, quien será embajador en España, y el nayarita Antonio Echevarría del PAN, quien aún espera saber cuál será su encargo. El presidente aseguró que invitaría a más mandatarios y funcionarios de los gobiernos locales que están por concluir a tomar posiciones en el gobierno federal. 

La decisión está sacudiendo a la clase política del país. Primero, porque compromete el futuro de la alianza opositora PAN-PRI-PRD. El presidente está cooptando como aliados a quienes pronto serán ex gobernadores de partidos de oposición, quienes fácilmente podrían volverse voces importantes de la alianza PAN-PRI-PRD. Segundo, hay incertidumbre entre los morenistas, pues tendrán que trabajar con antiguos enemigos y competir con ellos por cargos y beneficios. 

¿Por qué Ordaz y Echevarría aceptan esta oferta? 

¿Por qué es más atractivo para ellos unirse al gobierno de AMLO que ejercer liderazgo en sus partidos? Probablemente no tuvieron alternativa. Es bien sabido que el gobierno de López Obrador mantiene bajo control a funcionarios del sexenio pasado, como Miguel Ángel Osorio Chong, con la amenaza de proceder jurídicamente en su contra. No sorprendería que esté jugando la misma carta con los mandatarios salientes. En el caso de Quirino Ordaz y Antonio Echevarría, pesan sobre ellos señalamientos de vínculos con el crimen organizado. El caso de Echevarría, también se le acusa de haber aprovechado su posición de poder para favorecer el emporio empresarial de su familia. 

Ésta podría ser una de las primeras movidas “estrella” del nuevo secretario de gobernación, Adán Augusto López, a quien se le está dando mucho más margen de acción que a su predecesora, la doctora Sánchez Cordero. Para AMLO y Adán Augusto López parece ser una buena movida política, al menos en el corto plazo: ante el gran público, dan la impresión de conciliación con personajes de origen político distinto al morenista, mientras se pone trabas a la oposición, que ya le dio problemas en las pasadas elecciones. 

¿Morena estará trabajando con el Cártel de Sinaloa?

Aún más preocupante que las jugarretas de Morena para anular la pluralidad política del país es el posible beneficio que podría sacar el crimen organizado. En las pasadas elecciones, se documentó ampliamente la movilización de bandas criminales en Sinaloa para favorecer candidatos de Morena. En particular, se ha señalado que el grupo que operó en este sentido fue el Cártel de Sinaloa. Cada vez parece menos descabellada la hipótesis de una posible alianza entre Morena y el legendario grupo criminal que fundó el Chapo Guzmán. ¿Operar a favor de Morena será el pago que exigieron al cártel por liberar a Ovidio Guzmán o por perseguir a sus enemigos del Cártel Jalisco Nueva Generación? 

Las ambiciones de AMLO y Morena de controlar todo, podrían salir caras. 

Convocará AMLO a otros Gobernadores salientes a sumarse a su equipo