El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado, Ricardo Monreal, declaró que ni jurídica ni constitucionalmente es posible reconocer al “grupo rebelde” de cinco senadores como bancada. Es así puesto que la Carta Magna y la legislación que regula el funcionamiento del Congreso establecen que los grupos parlamentarios sólo podrán conformarse en el año en que se hayan celebrado las elecciones que dieron lugar a la conformación de la Cámara. En este caso, ese año es 2018.

Sin embargo, Monreal detalló que buscarán una “figura intermedia” que garantice a estos cinco senadores ejercer su derecho de asociarse para participar en las actividades legislativas. Al no ser reconocidos como un grupo parlamentario en forma, no podrán acceder a presupuesto adicional al que tiene asignado cada senador, a presidencias de comisiones ni a representación en la Jucopo.

Por su parte, la presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, Olga Sánchez Cordero, expresó vía Twitter que da la bienvenida a la alianza que conforman Germán Martínez, Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza, Nancy de la Sierra y Alejandra León. No obstante, también apuntó que jurídicamente no es posible reconocer su coalición como grupo parlamentario. “Habrá que explorar otras opciones para su conformación”, agregó.

¿Por qué es importante?

Este conjunto de cinco senadores cobra especial relevancia puesto que sus votos podrían ser cruciales para que Morena y sus aliados pasen las reformas constitucionales que ambiciona López Obrador, como la de la industria eléctrica, la electoral y la formalización de la Guardia Nacional en la estructura de la Sedena. En ese sentido, es una mala noticia para Movimiento Ciudadano, que apostaba a que ésa fuera su principal carta de negociación para mediar entre la alianza obradorista y la oposición.

La escisión de estos senadores de sus respectivas bancadas es resultado de las fracturas políticas al interior de los partidos (con excepción de Álvarez Icaza, senador sin partido desde el inicio de la legislatura), sumidos en pugnas interna entre grupos. La ruptura en el PAN, PRI y PRD era evidente desde 2018. Las divisiones en Morena se han ido profundizando a medida que ha avanzado el gobierno de López Obrador y que los jugadores han ido encontrando su sitio (o no) en el mapa político actual.

La conformación de este grupo es una fuerte llamada de atención para todos los partidos. En el mejor de los escenarios, será una lección que les sirva para limar asperezas entre grupos y trabajar por objetivos compartidos, en lugar de ambiciones estrictamente personales y sectarias.

Dispuestos a ir a la Suprema Corte para avalar nueva bancada: Germán Martínez