Tras más de un año sin poder laborar, adultos mayores regresaron como empacadores voluntarios a tiendas de autoservicio, y a pesar de no contar con un sueldo fijo, dicen sentirse agradecidos con los clientes, ya que las propinas que reciben los ayudan a mantener a sus familias.

Marco tiene 71 años y vive en la alcaldía Benito Juárez. Es uno de los miles de empacadores voluntarios de bolsas en Soriana. En total, el consorcio cuenta con 815 unidades en todo el país, mismas que a partir de este junio decidieron retomar los servicios de este sector de la población.

Después de un año cuatro meses sin trabajar, Marco dijo estar contento de poder retomar su antiguo puesto. “La gente nos ha recibido muy bien, están contentos que estemos de nuevo, ya me estaba ahogando en la casa”.

Pese a estar en pandemia, comentó que los clientes siguen dando propinas. “Hay gente que te da desde dos pesos otros hasta 50 pesos por persona, pero que saque uno está bien, porque tenemos necesidades, estamos haciendo la lucha de estar aquí”, contó.

Actualmente menos de la quinta parte de las personas ocupadas tienen un trabajo formal, este sector es superado casi cuatro veces más por aquellos que tienen un empleo precario y casi una tercera parte de la población productiva ha sido excluida del mercado laboral, de acuerdo con el Semáforo de Trabajo Digno.

El análisis elaborado por el Acción Ciudadana Frente a la Pobreza apunta que de las 74.9 millones de personas en edad y en condiciones de trabajar en el país, únicamente nueve millones tienen un trabajo formal.

TRAS UN AÑO CUATRO MESES 

Desde marzo del año pasado, los adultos mayores que acudían como empacadores en los supermercados se les envió a sus casas como forma de evitar contagios entre la población más vulnerable. 

Tras poco más de un año, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) informó que ya podían regresar a laborar en las cadenas comerciales siempre y cuando tuvieran su esquema de vacunación completo, esto de acuerdo al semáforo epidemiológico de cada entidad y conforme a las medidas sanitarias implementadas por el gobierno de la República.

Dentro de las medidas que recomendó fue portar cubrebocas durante su estancia en la tienda, además de que los establecimientos deberán capacitarlos sobre las medidas sanitarias implementadas a seguir, como son toser de etiqueta, guardar la sana distancia y el aseo de manos.

PERSONAS MAYORES ENTRE LAS MÁS VULNERABLES 

José Jasso, de 73 años, también de la alcaldía Benito Juárez. Contó que fueron meses muy duros, incluso tuvo depresión por no poder trabajar, ya que los pesos que gana como empacador le ayudan a mantener la casa, sobre todo ahora que su hija se quedó sin empleo.

“Antes ella me ayudaba a mi esposa y a mí, pero se quedó sin trabajo y ahora yo tengo que ayudar en la casa, porque también tengo a mi nieto y a pesar de que tengo pensión los ingresos no bastan”, comentó.

José dijo que, en caso de regresar al semáforo epidemiológico rojo –el cual impide que estén en los supermercados, tendría que buscar otro empleo, aunque es consciente de que por su edad no sería fácil, aunado a que son población vulnerable por la Covid-19.

El informe Pobreza y personas mayores en México, del Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que los adultos mayores de 60 años y más están expuestas al riesgo de estar en situación de pobreza como cualquier otro sector de la población.

Entre los principales factores que los hacen más vulnerables están la reducción de las capacidades físicas, pero principalmente el retiro del mercado laboral en esta etapa de la vida, así como las condiciones específicas de salud y educación.

También señala que entre 2008 y 2014, el 45 y 46% de las personas mayores de 65 años se encontraban en situación de pobreza. Para 2018 esta disminuyó ligeramente, a 41.1%. Mientras que, 6.8% de ellos vivía en condiciones de pobreza extrema.

Las entidades con una mayor brecha de pobreza entre este grupo de población fueron San Luis Potosí, Guanajuato, Oaxaca y Nuevo León, mientras que, en la Ciudad de México, Estado de México y Veracruz la incidencia fue menor.

Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz es donde se registró mayor cantidad de personas mayores de 65 años en situación de pobreza.