La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó una orden de aprehensión en contra de 31 ex integrantes del Conacyt y ex miembros del Foro Consultivo Científico y Tecnológico que, se erigió como una asociación civil encargada, hasta antes de la llegada de la 4T, de canalizar fondos de investigación a proyectos de la sociedad civil.
La titular del Conacyt, María Elena Álvarez Buylla les echó el lazo.
Conacyt: Escándalos en la era Álvarez-Buylla
Con la renovación de estatutos del Consejo, prohibió la transferencia de fondos a ese Foro y denunció a los involucrados en el proyecto.
En una primera instancia, la denuncia fue desechada porque, de acuerdo con las autoridades, no quedaba claro las fallas en las que incurrieron.
El Foro era legal y no había señalamientos en particular contra cada uno de los supuestos participantes.
El hecho trascendió a la Suprema Corte de Justicia de Nación, donde también fue desestimado por los ministros.
Pero, no conformes, en la FGR volvieron a la carga y nuevamente solicitaron la orden de aprehensión de los académicos y científicos.
Por segunda vez (o tercera, si se contempla el batazo de la Corte), la denuncia fue desechada no sólo porque la FGR no precisó la participación de cada uno de los imputados en los delitos, sino porque tampoco acreditó la peligrosidad de los académicos y funcionarios como para pretender recluirlos en un penal de alta seguridad, en este caso, el Penal del Altiplano.
Las reacciones por supuesto no se han hecho esperar.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, muy alineado con la FGR, dijo esta mañana que “el que nada debe, nada teme”.
Mientras tanto, los integrantes de la comunidad científica incluso iniciaron una petición en la plataforma Change.org para solicitar que la FGR y el Conacyt detengan la persecución contra los investigadores del gremio.
Por su parte, el Rector de la UNAM, Enrique Graue, durante la “Cancelación de la Estampilla Postal 100 años del Escudo y Lema Universitarios”, en el Palacio de Minería, frente a la Jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, condenó públicamente las acusaciones y las calificó como un “despropósito”.
“Ante la creciente preocupación y desasosiego que ha surgido entre integrantes de la comunidad académica nacional por este despropósito, por esta acusación inconcebible de asociación delictuosa que debemos manifestarnos (…) me permito afirmar que la UNAM reitera su confianza en la correcta y proporcionada aplicación de la justicia, y que creemos firmemente en la división de Poderes y en su autonomía con un respeto irrestricto a la defensa de los posibles involucrados”, afirmó.
Detrás de todo, según critican y lamentan analistas y académicos, hay una razón: la aversión que el fiscal Alejandro Gertz Manero siente por la ciencia.
Durante muchos años intentó integrarse sin éxito al Sistema Nacional de Investigadores obteniendo resoluciones negativas en cinco ocasiones por carecer de méritos.
Aunque lo impugnó, no prosperó sino hasta que fue nombrado titular de la FGR.
Entonces, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) emitió una recomendación a Conacyt por presuntas “actuaciones de trato diferenciado” en agravio del Fiscal.
Gertz consiguió que se aprobara su ingreso al SNI y se saltó los niveles I y II, de inmediato lo llamaron al III, lo que ocasionó fuertes críticas, porque no sólo se le señaló de incompetente, sino de plagiario en uno de los materiales que presentó.
En lo que respecta a Álvarez Buylla, no canta mal las rancheras.
Ha insistido en desmantelar programas y dejar fuera de la jugada a diversos investigadores.
La más reciente: los cambios en los criterios de evaluación a los catedráticos, con modificaciones con las que pretende desechar el programa que opera desde 2014, obligándolos a acreditar su inserción laboral en la “Institución Receptora en la que se encuentre comisionado o en cualquier otra”.
Cabe mencionar que la noche de este miércoles, la FGR afirmó que, por tercera ocasión, insistirá en pedir órdenes de aprehensión en contra de los ex integrantes del Conacyt.
