Científicos acusados de delincuencia organizada, académicos despedidos y un discurso permanente de desprecio hacia la ciencia y el conocimiento. Estos son los hechos que han marcado la relación de López Obrador y su gobierno con la comunidad científica y académica.
Persecución judicial
La Fiscalía General de la República (FGR) investiga a 31 científicos por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y delincuencia organizada. Según la acusación del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt), malversaron alrededor de 561 millones de pesos. Un juez de control determinó que no hay delito que perseguir, pero la FGR anunció que volverá a emprender acciones legales contra las treintaiún personas. El caso ha conmocionado a la comunidad científica, que ha denunciado la persecución de que son objeto algunos de sus integrantes.
Censura
En octubre de este año se dio a conocer que el código de conducta de Conacyt exige a sus empleados “abstenerse de emitir comentarios u opiniones negativos o desfavorables sobre las políticas o programas del Conacyt” y ordena “sé prudente al emitir opiniones en tus redes sociales y procura preservar la integridad de la imagen institucional”. Ante el incumplimiento de estos u otros puntos del código de conducta, los casos podrán ser remitidos al Comité de Ética de la institución y al Órgano Interno de Control, para su investigación y eventual sanción.
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Despidos
Cientos de investigadores del programa Cátedras Conacyt han sido cesados. Hasta junio de 2020, la institución enfrentaba 145 demandas por despido injustificado. Muchos de los afectados dejaron de recibir su salario sin previo aviso; otros fueron obligados a firmar sus renuncias. En las últimas semanas ha atraído la atención el despido de Alejandro Madrazo Lajous, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Región Centro. El funcionario fue destituido por “pérdida de confianza”, tras haber apoyado las manifestaciones de los investigadores Cátedra Conacyt, quienes denuncian falta de certeza laboral.
Ataques del presidente
El presidente López Obrador ataca constantemente a académicos que critican sus políticas. Entre sus objetivos predilectos están el historiador Héctor Aguilar Camín, el antropólogo Roger Bartra y la politóloga Denise Dresser. AMLO suele decir que estos y otros académicos lo critican porque están enojados por haber perdido “privilegios” que tenían con otros gobiernos (aunque no ha ofrecido pruebas al respecto). En el caso de los 31 científicos que investiga la FGR, el presidente ha aprovechado para promover estereotipos sobre académicos y científicos, estigmatizándolos como codiciosos y elitistas.