Debido a la pandemia de Covid-19, la vida de millones de personas se vio modificada y alterada por la falta de actividad física, al estar cerrados los gimnasios, deportivos, parques y en general otras actividades.

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Es decir, que el cuerpo estuvo en menos movimiento, simplemente en lo laboral y educativo, los trabajos y escuelas en su mayoría fueron a distancia, sentados frente a una computadora o televisión.

Durante la vida del ser humano, los músculos se van desgastando, tanto por la edad, como por el estilo de vida que se llevó en años pasados, la falta de actividad física es un factor del síndrome de sarcopenia. 

El jefe del Departamento de Geriatría de la Facultad de Medicina de la UNAM, Carlos D’Hyver de las Deses, mencionó que según estudios sobre la sarcopenia primaria, a partir de los 40 años, la pérdida de masa muscular es de 8% cada 10 años y a partir de los 70 años, del 15% en el mismo periodo de años.

¿Qué es la sarcopenia?

  • Es la pérdida progresiva y generalizada de masa muscular
  • De fuerza y rendimiento físico 

¿A qué se debe su aparición?

  • Menor actividad física
  • Malnutrición
  • Cambios hormonales
  • Genética

“Esta pérdida de masa muscular es universal, es decir, con el paso de los años, todas las personas la padecen, aún aquellas que no dejan de hacer ejercicio”, dijo  D’Hyver de las Deses.

¿Qué puede ocasionar?

“A la larga, la sarcopenia puede causar fracturas, discapacidad física, ingresos hospitalarios constantes, deterioro de la calidad de vida y mortalidad”, mencionó  D’Hyver de las Deses.

Además de que las personas con masa muscular baja, pueden enfermarse o adquirir infecciones más fácilmente y respecto al Covid-19, en caso de contagio corren mayor riesgo de sufrir un cuadro grave de infección.

¿Cómo prevenir?

  • Hacer ejercicio aeróbicos,  como levantamiento de pesas, abdominales, sentadillas, flexiones, ejercicios en barras paralelas o barra fija, natación
  • Llevar una correcta alimentación  

“Estos ejercicios (aeróbicos) siempre son lentos, para que la resistencia se incremente y, por lo tanto, los músculos crezcan. Si se realizan de manera rápida, se vuelven aeróbicos, lo cual contribuye a mejorar la condición cardiovascular, pero no la movilidad de la persona. Algo muy importante es practicarlos dos o máximo, tres días a la semana, pero no seguidos, para dar a los músculos la oportunidad de que se recuperen”, recomendó.