Ante la ausencia de verdaderos hechos en temas como seguridad, salud, educación o energía, al “rendir”, su Tercer Informe de Gobierno a la nación, el presidente Andrés Manuel López Obrador, recurrió a lo que mejor sabe hacer: echarle la culpa a los del pasado, mantener un discurso de campaña que se sabe de memoria y , lo que es peor, prometerle nuevamente a la ciudadanía que el futuro será mejor, siempre y cuando apoyen su fallido programa de la Cuarta Transformación.

Bien es sabido que al titular del Ejecutivo le gustan los dichos, es común escucharlo en alguna de sus “mañaneras”, en números cerrados según dijo esta mañana, 685 hasta ayer, comentar algunas de ellas, incluso crear frases a su gusto y en defensa de sus acciones, como “Me canso ganso“, “Tengo motivos para estar optimista“,  “No más corrupción en la construcción del país“, “El que aflige se afloja, y no nos vamos a aflojar”, por mencionar algunas, de las 50 más mencionadas y manoseadas por el presidente.

Sin ser campaña “más hechos no palabras“, sr., López Obrador,  ¡ah!, pero el presidente está hecho de palabras, de frases, de dichos, de discursos y letárgicos informes.

En la época de los abuelos, incluso de los bisabuelos, eran más comunes estas observaciones o consejos de sabiduría popular, pero a manera de ejercicio, vale la pena corresponder al presidente con una “sopa de su propio chocolate“.

Este primero de septiembre de 2021, López Obrador, presentó su Tercer Informe de Gobierno en el marco de las “primeras batallas”, no, del  inicio de la 65 Legislatura.

Una generación perdida 

Hay que destacar, el tema de la educación, donde el mandatario celebró el regreso a clases de los 11 millones de alumnos que hay en el país, sin embargo, “del plato a la boca se cae la sopa“, los expertos ya hablan de una generación perdida, con un rezago en los niños y jóvenes frente al resto del mundo por los efectos de la pandemia.

No hay que olvidar que, su Reforma Educativa se volvió rehén de los maestros de la CNTE al grado que, hace solo unos días en Chiapas varios integrantes del magisterio que dicen apoyarlo retuvieron el convoy presidencial tratando de obligar a AMLO a cumplir sus exigencias.

Futuro incierto 

Otro es el tema migrante, en donde se mostró que el “juego de manos es de villanos” en este caso de las patadas y palabras, ya que solo se enfocó a decir que se dio de baja a dos ex funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) que agredieron a migrantes en la frontera sur del país hace unos días.

Pero el tema va mucho más allá, con reuniones y llamadas con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para darle una solución al asunto. Hay que recordar que tal sólo de enero a la fecha, según datos del propio INM, 34 mil 427 menores de edad transitan en la frontera sur de Estados Unidos y quienes no viven un futuro incierto, a esto se suma el flujo normal y diario de adultos que llegan a la frontera norte del país y son detenidos y violentados.

El oportunismo 

En cuanto a las remesas, “a mucho hablar, mucho errar“, el mandatario presumió un récord histórico en esta administración, pero, eso depende del logro de los connacionales, no del gobierno, oportunismo político dirían los economistas y hasta politólogos.

También aprovechó para ofrecer el refrán del día “tengan para que aprendan“, mensaje, según él, a los tecnócratas”.

Informalidad laboral

Y qué tal de los empleos, habló de un millón 202 mil 600 empleos posteriores a la pandemia, si claro, pero para librar el tema y salir avante más se vale “en la guerra y en el amor todo se vale“, ya que creció pero el empleo informal y mal pagado. 

Según opiniones de expertos, el mercado laboral se está recuperando por la dinámica misma del mercado, pero no está siendo porque el gobierno esté poniendo las condiciones para que se recupere. 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicó 56.4 millones de personas con empleo. Sin embargo, la informalidad laboral se incrementó en 1.4 puntos porcentuales este 2021, frente al mismo mes de julio de 2020; siendo las mujeres las más afectadas.

En una hora el presidente López Obrador habló de sus logros y aprovechó para hablar de su salud, “no podemos ser soberbios, lo que diga la naturaleza”.

Bien dicen que “más sabe el Diablo por viejo que por Diablo“, ¿no es así?

 

 

 

AE/CV