El “ojo de Mordor” se abrió en aguas del Golfo de México hace unos días y la indignación por cómo tratamos al planeta nos invadió.
Pero. A los petroleros, a esas grandes máquinas que tragan crudo, no les importa y los daños que han esparcido por el mundo han sido documentados por organizaciones civiles.
Arde el Golfo
El más reciente fue una fuga de gas en un ducto de Pemex, a unos 150 metros de la plataforma satélite KU-C del complejo petrolero Ku-Maloob-Zaap (KMZ).
Y de acuerdo con la paraestatal, el incidente ocurrió por una acumulación de gas en el mar y por una tormenta eléctrica que detonó la explosión.
El daño económico y ambiental aún no está registrado, por lo fresco del suceso. Pero las imágenes que dieron vuelta al mundo no solo despertaron la mirada ardiente del océano.
Otra vez el Golfo de México
Hace 11 años, exactamente el 20 de abril del 2010, la fuga de un pozo provocó la explosión de la plataforma “Deepwater Horizon”.
Durante 87 días se vertieron casi 800 mil millones de litros de crudo en aguas del Golfo de México. El desastre no quedó ahí, pues miles de animales murieron y el petróleo llegó a las costas de Florida y Luisiana, en Estados Unidos.
Este evento fue catalogado como la peor catástrofe de la industria petrolera de la historia.
Y a la multinacional inglesa British Petroleum (BP) le costó la cabeza de varios ejecutivos, perdió contratos multimillonarios y la creación de un fondo fiduciario de 42 mil millones de dólares para reparar el desastre.
FM