Con el cierre de año se vienen reflexiones importantes que nos ponen la película completa de nuestra vida resumida en 365 días, qué hicimos, en qué cambiamos, si logramos las metas que nos planteamos al inicio de éste. ¿Te suena?
Contestarnos estas preguntas puede que nos ocasione estrés, ya que los cambios la mayoría de las personas los percibe como algo radical, algo que te pone de extremo a extremo, como por ejemplo, cuando queremos bajar de peso hay que pasar de comer muy mal o de tener hábitos insanos a ser muy sano, no tener ni un día libre en la comida y por supuesto comprar una membresía anual de gimnasio.
Vuelve el cambio sostenible
El extremo no es sostenible, ya que si dejamos de hacer algo para hacer todo lo contrario, por mucho aguantaremos unos días y regresaremos al mismo estilo de vida, por lo que es mejor empezar con cambios claros pero no drásticos.
Arma un plan
Piensa en la versión que quieres crear de ti a partir de ahora y visualiza los resultados, es decir, si tu deseo es ser más tolerante imagina cómo sería tu vida siendo más empático, comprendiendo los puntos de vista de los demás, aunque no siempre ganes. Tus relaciones interpersonales seguro mejorarían y tendrías vínculos más fuertes y sanos.
El deseo no es acción
Lo más importante, no basta imaginarlo, por eso te sugerimos crear un plan de acción, qué debes hacer para llegar a tu plan, qué es negociable y que no. La voluntad y la constancia es importante, hacer un poco de esto cada día te llevará a cumplir con tu deseo hasta volverlo parte de ti, sobre todo porque los cambios que nos planteamos en cierre de año son positivos.
No olvides que el cierre de año es importante para reflexionar pero el cambio puede ser parte de ti en cualquier momento y que estás destinado a ser tu mejor versión.
Daniela Vega