Hace dos años, Fabiola tuvo que saltar a la azotea de su casa y correr por los techos de sus vecinos para evitar que su pareja la asfixiara. Tenía moretones en casi todo el cuerpo y su único pensamiento era salvar su vida.
Pero este ataque solo fue el principio de un largo tormento. Ya que al inicio cuando presentó la denuncia en contra de su ex pareja por tentativa de feminicidio no procedió, tiempo después el hombre invirtió la acusación y la demandó por violencia familiar.
Fabiola narró a envozmx los detalles del ataque que sufrió por parte de este hombre, quien al principio de su relación se hizo pasar por alguien espiritual, que decía odiar la violencia.
La joven arquitecta platica que fue año y medio antes de ese suceso cuando conoció a su agresor por un amigo en común; a partir de ese momento esta persona, fue ganándose poco a poco su confianza.
“Se presentó como un ser muy espiritual, un gurú. Yo me dejé llevar por esa imagen, me pareció alguien muy inteligente, muy sensible. Un día me dijo que si podía irse a vivir él y sus dos hijas a mi departamento porque el suyo lo iba a vender y dos semanas después de haberse instalado empezó a cambiar”, señaló.
Fabiola quizá nunca podrá olvidar ese 25 de agosto de 2019, cuando tras ver una película por la noche, su pareja se volvió otro, empezó a recriminarle que lo engañaba y le exigía que le mostrara su celular.
Aterrada la mujer, quien en una acción casi inconsciente le entregó el teléfono, con el fin de tranquilizarlo y mostrarle que no tenía nada que ocultar.
Sin embargo, él continuó portándose de manera agresiva, preguntándole si quería continuar con el juego, por lo que Fabiola corrió a su recámara, tomó su bolso, las llaves del auto y de la casa y se dirigió hacia la puerta de salida.
Tras poder abrir y estar a unos centímetros de la calle, este hombre la tomó de la cintura aventándola contra el sillón y arrebatándole sus pertenencias.
Fueron 25 minutos los que forcejearon y donde gritaba desesperada auxilio, con la esperanza de que alguien entrara por la puerta y la salvara.
“Estaba encima de mí haciendo presión con sus manos tapándome la boca y nariz, tan fuerte que mis dientes cortaron la parte interna de mis labios y hubo contusión en mi cuello”, dijo la afectada, quien logró zafarse y huir por el techo de su casa.
El hombre la alcanzó y trató de volver a inmovilizarla, este le pidió que se sentara en una banca de las que estaban en la terraza, la mujer fingiendo que lo obedecía, saltó sobre el techo de la casa.
Con el único pensamiento de salvar su vida, Fabiola, pudo llegar a la casa de su vecina quien le pidió que la resguardara y hablara a una patrulla.
Tres días después, la mujer se presentó ante el Ministerio Público su denuncia, sin embargo, la mandaron al Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar, donde sí pudo abrir la carpeta de investigación, pero ésta no procedió, ya que el dictamen psicológico no la favoreció.
El Ministerio Público envió su expediente al archivo. Al ver que legalmente no podía hacer nada en contra de su ex pareja, la joven tuvo que cambiar de domicilio, ya que tenía miedo de que la buscara para hacerle daño.
Casi un año después, cuando Fabiola trataba de retomar su vida, el pasado volvió de nuevo. Era un citatorio de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) en el que se le solicitaba que se presentara a declarar ya que su ex pareja la había demandado por violencia familiar.
La mujer buscó un abogado quien la ayudó a reabrir la carpeta de investigación que tiempo atrás había presentado. Tras varios meses de una lucha legal su agresor fue vinculado a proceso.
“Antes de esto, yo sentía que la vida la tenía resulta, una nunca cree que a una le va a pasar algo así, para el cerebro es muy difícil asimilar lo que paso, te quedas en shock, que alguien que dice quererte te quiera matar. Me robó mi salud emocional, física, económica”, fue lo que dijo la víctima al terminar la entrevista.
Feminicidios en México
De acuerdo con un informe del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en 2018 hubo tres mil 656 casos, 2019 tres mil 809, 2020 tres mil 752 casos. De enero a abril de 2021 mil 244 casos. Entre el 20 y 25 % se acreditan como posible feminicidio.
El documento explica que las mujeres son asesinadas con mayor violencia que a los hombres, donde se utilizan medios que producen mayor dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y, sobre todo, conllevan la aplicación de la fuerza corporal para someterlas.
La información disponible sobre el medio o arma utilizada para causar la muerte indica que el medio más utilizado son las armas de fuego.
Por otra parte, 30 de cada 100 mujeres asesinadas son ahorcadas o sofocadas, ahogadas, quemadas, golpeadas con algún objeto o herida con un arma punzocortante, mientras que sólo un 18.3% de hombres fueron asesinados con alguno de estos medios.
Finalmente, destaca que, el problema para acreditar el delito de feminicidio se encuentra en la falta de debida diligencia y perspectiva de género en las investigaciones del delito, ocasionando que este tipo de hechos queden en total impunidad.
Adriana Estrada