¿Tengo que estar muerta para que me escuchen? Fabiola sobreviviente de feminicidio
Hace dos años, Fabiola tuvo que saltar a la azotea de su casa y correr por los techos de sus vecinos para evitar que su pareja la asfixiara. Tenía moretones en casi todo el cuerpo y su único pensamiento era salvar su vida