A principios de octubre, se publicaron los resultados de una de las encuestas más esperadas cada año en todo el mundo. Se trata del Latinobarómetro, que recoge información de 18 países en América Latina sobre el apoyo a la democracia, la satisfacción de la población con su funcionamiento, el apoyo a alternativas autoritarias de gobierno y la confianza en las instituciones.

Los resultados de la encuesta levantada en 2020 son sumamente preocupantes para la región en su conjunto y para México en particular. Tal vez el dato más alarmante sea el apoyo a alternativas autoritarias. México es el segundo país con porcentaje más alto de apoyo a alternativas autoritarias, pues 22% considera que un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático. El porcentaje de la población mexicana que apoyaría un gobierno autoritario aumentó considerablemente en tan sólo dos años, pues en 2018 la cifra fue de 11%.

De manera sorprendente, los mexicanos más dispuestos a apoyar un gobierno autoritario son los jóvenes. 26% de los mexicanos entre 15 y 25 años lo apoyaría un régimen de este tipo, mientras sólo 16% de las personas con 61 años o más lo haría.

¿Los jóvenes tienen interés en la política?

Paraguay ocupa el primer lugar de porcentaje de la población dispuesta a apoyar un régimen autoritario, con 24%, mientras Uruguay tiene el honroso último lugar en esta preferencia, con 8%.

En cuanto al apoyo a la democracia, 49% de los latinoamericanos prefiere la democracia sobre cualquier otra forma de gobierno. En México, menos de la mitad de la población, 43%, prefiere la democracia, aunque hubo un aumento respecto a 2018, cuando la cifra fue de 38%.

Si bien el apoyo a la democracia es bajo en América Latina y en México, pues menos de la mitad de sus poblaciones prefiere esta forma de gobierno sobre otras, la insatisfacción con la democracia es enorme. 70% de los latinoamericanos está insatisfecho con la democracia, mientras 64% de los mexicanos lo está. A nivel regional, la insatisfacción ha ido en aumento desde 2013, año en que se ubicó en 53%. De nuevo, los mejores números están en Uruguay, en donde 74% de la población prefiere la democracia, seguido por Costa Rica (67%) y Chile (60%).

Queda claro que la democracia no atraviesa sus mejores momentos. Hay un enorme trabajo por hacer para fortalecerla en México y en América Latina. Lo más evidente y lo más urgente es que los ciudadanos exijan resultados y transparencia a las autoridades. Por el lado de los partidos políticos, es urgente que desarrollen la capacidad de recuperar la confianza de la ciudadanía y que ofrezcan agendas que respondan a las necesidades de la población.

La crisis de representación