¿Te has sentido apático a los videojuegos? ¿Sientes que entre tantos juegos que hay actualmente ninguno te llama la atención? Entonces quédate porque esto es algo que le está sucediendo a muchas personas.

Diferencias entre el ayer y el hoy

Cuando los videojuegos comenzaron a crecer de manera exponencial en todo el mundo, gran parte de ello era gracias a la satisfacción por complacer al público, donde nos ofrecían juegos simples pero divertidos que repetías una y otra vez. Por allá de los años 90s, la cantidad de “juegos buenos” eran limitados, pero eso causaba que la gente apreciara los títulos que su cartera o sus padres podían comprarles.

¿Quién no jugó durante mucho tiempo títulos como Super Mario World, Mario Kart, Sonic, Castlevania, Crash Bandicoot, King of Fighters o Mortal Kombat? En esos tiempos, con que tuviéramos alguno de esos juegos éramos felices. Podíamos terminarlo una y otra y otra vez hasta completarlo. ¿Qué sucedió con eso?

El inicio del arte a través de los juegos de video

Unas décadas después, las bases de los videojuegos habían tomado forma y fuerza, pues ya no sólo eran títulos de correr y saltar, sino de abarcar desde el apartado artístico, la buena jugabilidad, la manera profunda en que la trama nos transmitía el mensaje y la música que llegaba a nuestros corazones y que al día de hemos no hemos olvidado.

Recuerdo aquella vez donde jugué por primera vez The Legend of Zelda y me terminó marcando para siempre. Mi hermano lo tenía en su Nintendo 64 y lo jugábamos bastante aunque no entendíamos muy bien qué quería decir tal escena porque en ese tiempo sólo podíamos jugarlo en inglés. ¡Ja! Aún recuerdo aquellos días o semanas donde no avanzamos nada pero sin duda aprendimos a no rendirnos jamás. 

Y es así como pude ver que los videojuegos formarían parte importante de mi vida. El poder sentir tantas cosas como felicidad, tristeza, amor, enojo, incomodidad, rareza, etc. era algo que nunca me esperaba. Ya no era sólo jugar por complacer mis ratos libres, sino también mi fascinación por apreciar lo que el arte que los videojuegos nos entregaban. ¿Quién lo esperaría?

Profunda narrativa complementaria y autodestructiva

Life is Strange, Final Fantasy, The Last of Us, The Witcher, Assassins Creed, Nier Autómata, Outlast, Skyrim, Bioshock, Silent Hill, The Legend of Zelda Breath of the Wild o la saga Metal Gear Solid son sólo algunos de los títulos que más me ayudaban a comprender el mundo y la naturaleza humana. El empezar a entender desde joven que las personas participan en Guerras Mundiales por ganar absolutamente nada, la ineptitud por ser los amos del poder, la violación a los derechos humanos por tener pensamientos, costumbres o culturas distintas, me llevó a entender gran parte de lo que éramos y seguiremos siendo como personas, sólo que a través de un mando y la televisión.

Pero no todo era malo, pues la fantasía, la acción y los sueños también nos narraban historias profundas que posiblemente nadie podría vivir sin recurrir a los libros, las películas, la música y los videojuegos. ¿O acaso quién no la pasó genial siendo el héroe de una ciudad utópica? ¿Quién no disfrutó de matar dragones y tener poderes extra paranormales? ¿Quién no disfrutó de ser parte de un legado de Asesinos que lucha contra la religión mientras éramos amigos de los grandes del Renacimiento como Leonardo Da Vinci?

Conociendo gente de todo el mundo

Mientras iniciaba aquel “boom multijugador” en el que hoy día somos complices, algunos contábamos con un Xbox 360 para jugar Gears of War en equipo, algunos más PlayStation 3 para jugar unas partiditas en Uncharted, otros un Wii para jugar Smash Bros en línea o unos cuantos más con la increíble Nintendo 3DS para invitar a tus amigos a ver cómo está tu ciudad en Animal Crossing.

Yéndonos directo a la época más actual, el empezar a descubrir personas a través de los juegos de video mediante internet era una idea genial. ¿O acaso no es increíble compartir los mismos gustos y formas de ser con una persona que está por tu misma región o al otro lado del mundo? Aquí ya no importaba si eras la persona más social del mundo o eras tímido para expresar tus maneras de sentir.

Pero como todo en la vida, abusar de ello tiene sus cosas malas. En la actualidad, el 75% de las personas que juegan videojuegos lo hacen mediante los juegos en línea, que no está mal, pues al final se sienten satisfechos jugando con sus amigos, pero por otro lado la manera de moldear la forma de ser de los desarrolladores ha cambiado. Ahora se dedican a invertir más dinero en las cosas que quieren la mayoría de las personas como skins, movimientos, temporadas o poderes adicionales.. ¿Esto ha afectado directa o indirectamente a las personas que aman jugar las historias individuales? ¿Será que ya no es tan importante hacer juegos con buenas historias?

Entre más tenemos, menos nos interesa

Y aunque no todos los videojuegos son multijugador, el tener una cantidad excesiva de juegos que copian y pegan el mismo concepto bajo el término de “inspirado en…”, nos termina desconcertando como jugadores. Es raro decirlo, pero por cada 10 juegos nuevos que salen, sólo 1 vale la pena jugarlo. Ya sean juegos AAA, juegos independientes o juegos en línea, no cabe duda de que tenemos que ser más responsables con los títulos que consumimos,  preguntarnos si en verdad lo queremos jugar o si sólo le queremos entrar al hype y jamás lo terminaremos. 

Algo importante a destacar antes de terminar, es que no porque un juego dure menos, debe ser un mal juego. Si nos ponemos a pensar, la cantidad absurda de videojuegos que salen diariamente con duración de más de 100 horas nos da desinterés desde el principio. El tener que realizar side quest o misiones secundarias que no aportan nada a la historia principal nos pone a pensar que no tenemos el tiempo suficiente para terminarlo.

¿En qué momento cambiamos la manera de jugar videojuegos por diversión y satisfacción al sentir que tenemos que cumplir tareas que no queremos? Para jugar un buen título no es necesario jugar más de 100 horas con misiones secundarias, pues pueden ser 20 o 30 o 50 y tener una excelente historia.

Sin duda, esto es algo a debatir que jamás terminará, por lo que, es importante que tú decidas qué es lo que deseas jugar y hacia dónde deseas que la industria de los videojuegos se convierta.

Sin más, déjame saber en los comentarios tu opinión, no importa si piensas de esta manera o piensas totalmente distinto. El punto es debatir y fundamentarse.

Y tú, ¿has pasado por este sentimiento de apatía al jugar videojuegos?

Por: Víctor Hernández