En mayo de este año, la Agencia Federal de Aviación (AFA) de Estados Unidos degradó a México de Categoría 1 a 2 a por deficiencias en condiciones de seguridad aérea.

Han pasado cinco meses y aún no se hay una perspectiva clara de cuándo podría recuperarse la Categoría 1. El canciller Marcelo Ebrard declaró que prevén que suceda en el transcurso del primer semestre de 2022. La última vez que México perdió la Categoría 1 fue en 2010, durante la presidencia de Felipe Calderón, y se recuperó en cuatro meses, con una inversión de alrededor de 500 millones de pesos.

¿Cuáles son las consecuencias de estar en Categoría 2?

Las aerolíneas mexicanas no pueden abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos ni operar vuelos en código compartido con aerolíneas de ese país. Sin embargo, las rutas existentes se mantienen.

Al no poder abrir nuevas rutas hacia el principal destino (por mucho) de los vuelos internacionales de México, el crecimiento de la industria aeronáutica nacional se estanca. Las consecuencias económicas recaen en sus empresas y empleados, pero también en áreas prioritarias para México, como el turismo.

Las beneficiarias directas de que México no pueda abrir nuevas rutas con Estados Unidos son las aerolíneas estadounidenses, que sí pueden hacerlo, acentuando su predominio en el mercado, que ya controlaban en alrededor de 70%.

¿Qué está haciendo México para recuperar la Categoría 1?

Una de las razones para degradar a México a Categoría 2 fue la insuficiencia de inspectores de vuelos y aerolíneas. Se ha reportado que se ha convocado apenas a unos cuantos exámenes para ocupar estos puestos. Por el momento, se cuenta con 39 de estos especialistas, pero se necesita 160.

No se ha destinado el presupuesto necesario para recuperar la Categoría 1. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) estima que se requiere alrededor de 3 mil 702 millones de pesos en diez proyectos clave para solucionar los principales problemas de los aeropuertos que opera el gobierno federal. Sin embargo, debido a la “austeridad republicana”, sólo cuenta con 46% de ese presupuesto.

En conclusión…

La degradación de los aeropuertos mexicanos a Categoría 2 de la AFA es un ejemplo más de la falta de profesionalismo y nula visión de Estado que caracteriza al gobierno de López Obrador. La pérdida de calificación se debió a descuidos en un área fundamental para la economía mexicana, que atraviesa intereses del turismo, el comercio y la propia industria aeronáutica, incluyendo a las familias que dependen de esos sectores. Descuidar la calificación de los aeropuertos mexicanos por ahorrarse unos pesos para entregarlos mediante programas sociales es un balazo en el pie, especialmente en un contexto de recuperación económica.

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