La orgullosa primera mujer Secretaria de Gobernación deja su cargo para regresar, a presidir la Mesa Directiva en el Senado de la República.

Al inicio del sexenio se llevó a cabo una reforma para crear la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y pasarle así facultades muy importantes que tenía Gobernación como seguridad pública, seguridad interior, seguridad nacional, inteligencia y protección civil.

 

¿Qué le ha quedado a la SEGOB? Pues lejos quedaron los días que el titular de la dependencia era visto como el más poderoso o el brazo derecho del ejecutivo. Doña Olga se quedó con una Secretaría enfocada en tareas administrativas con poca política de interior.

En materia de derechos humanos,  el Subsecretario Alejandro Encinas acuerda directamente con López Obrador.

En temas migratorios,  el canciller Marcelo Ebrard se ha encargado de todas las crisis en la materia. Sánchez Cordero no coordina el gabinete, pues todos los funcionarios se reportan con AMLO sin intermediarios.

 

Otro tema es su pleito con el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, que viene desde antes de iniciar el sexenio. Desde entonces han competido por ser el asesor más cercano y confiable.

 

Según Porfirio Muñoz Ledo, la gota que derramó el vaso fue el hecho que Sánchez Cordero resultó muy golpeada en la discusión por la prórroga al mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar.

 

En este contexto, resulta difícil pensar que el presidente le otorgue una responsabilidad tan importante como es “supuestamente” hacer contrapeso a Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, el cual ya no estaría tan cercano al corazón del primer mandatario por decir que “sí o sí” él estará en la boleta para el 2024.

 

Por otra parte, resulta interesante ver qué sucederá en Gobernación ante la llegada de Adán Augusto López, quien tiene una larga relación personal y de amistad con AMLO. ¿Veremos una SEGOB más fuerte? ¿Qué planes tiene el inquilino de Palacio para el ex gobernador?