¡Odio, odio, odio, odio que se hagan remakes live action de películas clásicas animadas! ¿Por qué necesitamos que Will Smith sea el genio de Aladdin cuando Robin Williams creó un personaje perfecto? ¿Por qué carambas me interesaría ver Mulán sin Mushu, su mejor personaje?

Esta nueva moda de la creación de remakes es sumamente molesta, y mientras que las productoras argumentan ciertos puntos para justificar estos evidentes intentos de hacer dinero en lugar de generar ideas nuevas, poco a poco el público está entendiendo la estrategia.

La productoras argumentan que los avances en tecnología y efectos especiales han permitido a los cineastas recrear de manera impactante y realista los personajes y las escenas que originalmente solo existían en dibujos animados. Los remakes live action proporcionan una experiencia visual completamente diferente y emocionante en comparación con la animación tradicional. 

Ver a personajes icónicos en la vida real puede ser una experiencia emocionante para los espectadores, lo que atrae a un público más amplio. ¡Claro!, vamos a volver a pintar a la Mona Lisa o La noche estrellada porque las técnicas de pintura han evolucionado.

También dicen que los remakes live action brindan a los directores y guionistas la oportunidad de explorar nuevas interpretaciones y enfoques de una historia ya conocida. Al adaptar una película animada a la acción en vivo, se pueden agregar nuevas capas de profundidad emocional, desarrollar personajes de manera más compleja y abordar temas de manera más realista. Este punto es de los que más me molestan, si los cineastas quieren explorar nuevas interpretaciones y enfoques, ¿por qué no lo hacen en historias y guiones originales?

El obscuro secreto de todo esto es que lo único que se busca es aprovechar la audiencia nostálgica. Muchos adultos que crecieron viendo estas películas animadas se sienten atraídos por la idea de revivir esas historias de su infancia en una versión más realista. 

Los estudios saben que existe un mercado ansioso por ver cómo cobran vida sus películas de animación favoritas; sin embargo, estos se han refugiado en esto y han dejado de experimentar con nuevas ideas, situación que no es sostenible a largo plazo.

Por: Enrique Marine

@irkahn