El Enviado Presidencial Especial para el Clima del gobierno de Estados Unidos, John Kerry, asistió a un evento junto con el presidente López Obrador en Palenque, Chiapas, en el que México presentó el programa Sembrando Vida a la delegación estadounidense.
Kerry se expresó con elogios hacia el programa que el gobierno de México pretende implementar en Centroamérica para desincentivar la migración hacia Estados Unidos. En sus palabras, “todos nosotros necesitamos concentrarnos en lo que López Obrador está haciendo acá… y esto no es solamente el tema de la reforestación; es un programa que se concentra en el pueblo, en la gente, en la vida de la gente, en el trabajo, en la posibilidad de quedarse donde vive”.
Si bien el Enviado Especial del presidente de Estados Unidos no se comprometió abiertamente a apoyar operativa o financieramente el programa, sí dio su respaldo político con su simple presencia en el evento y con sus declaraciones. “En nombre del presidente Biden, quiero decir que ustedes pueden contar con nosotros como parte del equipo para trabajar a futuro, y espero trabajar con México como socios en esta lucha”, declaró el funcionario.
Sembrando Vida ha recibido numerosas críticas de organizaciones especializadas en medio ambiente en México y en el mundo. La más importante es la evidencia de que el programa, al contrario de sus objetivos, ha causado más deforestación. Es así puesto que los beneficiarios, con tal de recibir el beneficio económico prometido, talan árboles para después plantar otros en la misma área. Según World Resources Inst, Sembrando Vida fue responsable por la deforestación de 72 mil hectáreas de bosque en 2019.
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¿Por qué es importante?
Resulta claro que el presidente Biden entiende que la relación de Estados Unidos con México debe ser una de sus prioridades, como no lo entendió Donald Trump. En la agenda de Biden, la protección del medio ambiente es uno de los temas con mayor relevancia. A pesar de eso, decide apoyar a México en un programa con la plena conciencia de que resulta dañino para el medio ambiente.
Es inevitable preguntarse por qué Estados Unidos apoyaría un programa de este tipo. Probablemente, la respuesta se encuentre en la vieja relación de abuso y explotación de Estados Unidos con Centroamérica. Es posible que el poderoso del norte busque que los árboles que se planten sean cultivables, para así obtener productos que satisfagan su mercado interno de frutas y maderas.
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