Los talibanes quieren participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York.
Así lo solicitaron a través de una carta enviada el lunes al secretario general de la ONU, Antonio Guterres y firmada por su ministro de Asuntos Exteriores, Amir Khan Muttaqi.
En la misiva, las autoridades del autodenominado Emirato Islámico además de la petición, dieron a conocer el nombre de su portavoz en Doha (Qatar), Suhail Shaheen, como nuevo embajador de su país ante Naciones Unidas, con lo que dan por sentado que Ghulam Isaczai, del anterior Gobierno afgano, no los representará más.
A ese respecto, este último personaje ya había enviado la lista de quienes participarían en la Asamblea por parte de su Gobierno, por lo que ahora, la ONU será quien defina a quién acepta en el foro para representar a Afganistán, aunque el proceso de acreditación hace meses que concluyó.
Si en un acto extraordinario, la ONU aceptara la solicitud de los fundamentalistas y acreditara a su embajador, los talibanes obtendrían un éxito diplomático en su búsqueda de reconocimiento internacional.
Esto podría abrir la puerta para presionar a los talibanes en materia de derechos humanos, aunque no se les han visto intenciones de mejorar en ese sentido.
De acuerdo con el diario El País, cuando los talibanes gobernaron por última vez, entre 1996 y 2001, el embajador del Gobierno afgano que derrocaron siguió siendo el representante ante Naciones Unidas, pese a que la dictadura fundamentalista solicitó también la acreditación de un embajador.