Desde principios de año los trabajadores de la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, han venido denunciando abusos laborales y exigiendo más y mejores prestaciones.
En febrero pasado sostuvieron un paro de brazos caídos argumentando que sus horarios de trabajo eran de 12 a 13 horas diarias y que no había si quiera comedores apropiados para los empleados.
Denunciaron además amenazas de despido si no pagaban moches a Ricardo Hernández Daza, a quien ICA le entregó el liderazgo sindical en la obra.
Exigían, desde entonces, un encuentro con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la secretaria de Energía, Rocío Nahle para manifestarles lo que pasaba, pero no ocurrió y lo único que se ganaron fue que les prohibieran el acceso a la construcción.
Hace unos días, nuevamente miles de trabajadores se movilizaron y expusieron exactamente las mismas demandas.
Pero, en vez de dialogar, les echaron a los policías antimotines, quienes tomaron las instalaciones.
Al lugar, incluso llegaron elementos de la Secretaría de Marina a resguardar la edificación.
Desde muy temprana hora de este miércoles, circularon imágenes en redes sociales de un enfrentamiento entre fuerzas del orden y trabajadores de la construcción algunos de los cuales resultaron heridos.
Sin embargo, a través de su conferencia matutina el Presidente Andres Manuel López Obrador desestimó la protesta y la atribuyó a grupos sindicales que se disputan el control de los trabajadores al interior de la obra.
“Es un paro momentáneo, transitorio, porque se están disputando la titularidad del contrato; es un asunto entre sindicatos. La empresa ICA tiene trabajadores de un sindicato y hay otro sindicato que le está compitiendo al sindicato que tiene el acuerdo con ICA y por eso ayer hubo un paro parcial, estamos hablando nada más de la empresa ICA”, comentó López Obrador.
El Mandatario aseguró que los empleados tienen sueldos y prestaciones justos y confirmó que elementos de la de la Policía Estatal ingresaron desde ayer a resguardar la zona.
“Porque no es que se esté pagando mal a los trabajadores, tienen todas sus prestaciones y tienen sus sueldos justos, el problema es que se pelean los sindicatos, los líderes para tener el control”, añadió.
De acuerdo con reportes locales, uniformados arremetieron con gas lacrimógeno y balas de goma contra los empleados.