Sí, ese es el título. Y antes de que me mienten la madre 500 veces, déjenme explicarlo. Estaba navegando en Twitter hace unos días y me topé con un post que dice que el 71% de las emisiones de carbono del mundo son generadas por solamente 10 empresas. Investigué un poco más y, quizás, desearía no haberlo hecho, porque me di cuenta que el 1% de la población mundial genera 1,000 más emisiones de carbono que el otro 99%.

¿No les parecen ridículos estos números? En especial porque siempre nos han dicho en programas de conservación ambiental o en la escuela que el cambio empieza en nosotros, pero dados estos números, ¿es cierto?

Indagando un poco más, me di cuenta de otro dato que parece sacado de una película de terror. ¿Saben quién es el pionero de estos programas? ¿Quién es el héroe que comenzó a decir que la población era la que debía cambiar para revertir el problema del cambio climático?  British Petroleum. 

Así es, una de las compañías que más daño le hacen al planeta nos dijo: “no, no es que yo esté generando emisiones de carbono que estén por encima de prácticamente toda la humanidad, la razón por la cual el mundo se está yendo a la mierda es por que no separaste tu basura orgánica de la inorgánica”.

Esto sin mencionar que empresas como Shell tenían información del daño que le estaban generando al planeta desde los 80’s, pero convenientemente se la guardaron porque “no estaba lista para publicarse”.

Supongo que debo darle un giro positivo a esta opinión. ¿Qué es lo que podemos hacer? Uno podría argumentar que el reciclaje incluso llega a ser perjudicial para el planeta, ya que las personas que lo realizan sienten que están haciendo su parte y no hacen nada más. 

Por lo tanto, la única solución que se me viene a la mente es decir: encabrónate. El enojo conlleva a la exigencia. Considero que los movimientos sociales para presionar a las personas y poder generar regulaciones y leyes es lo único que tiene, por lo menos, una oportunidad de funcionar.

Infórmate. Mientras que a mí me salió una hernia al enterarme de muchos de estos datos, creo que es necesario saber precisamente contra qué nos estamos quejando. Y quizás, para darle crédito a BP, el cambio sí comienza con nosotros, pero no de la forma que a ellos les conviene.

Por: Enrique Marine

@irkahn