Si estás en la misma edad que yo, los treinta y siempre, y tienes la fortuna de tener una vida en pareja estable, seguramente sentirás la presión de tus padres, amigos y del mundo en general respecto a traer otra criaturita del señor al mundo. Personalmente es algo que me asusta mucho y no por la responsabilidad, sino que básicamente, con los sueldos que recibe un millenial promedio, ¡NO NOS ALCANZA!

Tener hijos es una decisión personal que implica compromiso, amor y responsabilidad, por lo que comparto mi análisis acerca de algunas de las ventajas y desventajas más comunes de tener descendencia.

Ventajas

Amor incondicional: una de las mayores recompensas de tener hijos es el amor incondicional que se experimenta. Ver crecer y desarrollarse a un ser humano que lleva tu sangre y tus valores es una experiencia muy gratificante. El amor que se siente por un hijo es único y trasciende cualquier otro sentimiento (siempre y cuando se sea un buen padre, porque si no, nos pasa lo que al papá de Edipo).

Crecimiento personal: ser padre requiere un crecimiento personal continuo. Los hijos desafían nuestras habilidades de comunicación, resolución de problemas y paciencia. El hecho de tener hijos nos permite convertirnos en mejores personas, lo que a su vez beneficia nuestras relaciones y nuestras vidas en general.

Legado familiar: tener hijos permite transmitir tus valores, tradiciones y enseñanzas a las generaciones futuras. Crear un legado familiar es una forma de mantener viva la historia y la identidad familiar a lo largo del tiempo.

Desventajas

Sacrificio económico: tener hijos implica un gasto económico considerable. Desde pañales, alimentos, educación hasta actividades extracurriculares, los hijos pueden ser un desafío para el presupuesto familiar. Muchas veces, se necesita ajustar el estilo de vida y sacrificar algunas comodidades para cubrir las necesidades de los hijos.

Pérdida de libertad: criar a un hijo requiere tiempo y dedicación, lo que puede significar una pérdida de libertad y flexibilidad en la vida de los padres. Las responsabilidades familiares limitan la capacidad de viajar, salir por la noche o tener tiempo personal. Es importante estar preparado para estos cambios y hacer ajustes en la rutina diaria.

Estrés y agotamiento: ser padre implica una gran cantidad de trabajo y esfuerzo físico y emocional. Las noches sin dormir, los constantes cuidados y preocupaciones pueden generar estrés y agotamiento. Es fundamental cuidar de uno mismo y buscar apoyo tanto físico como emocional para enfrentar estas situaciones y muchas veces la vida que hemos escogido sencillamente no lo permite.

En última instancia, la decisión de tener hijos es personal y debe ser evaluada cuidadosamente. Tener hijos puede ser una experiencia maravillosa, pero también implica desafíos significativos. Es esencial sopesar las ventajas y desventajas para asegurarse de estar preparado y dispuesto a asumir la tarea de ser padre.

Por: Enrique Marine

@irkahn