Confiar en alguien que se dice “portavoz de Dios” y cometer abuso sexual infantil por años y en cada comunidad que piso no tienen ninguna coherencia.
- Tal vez por eso el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi mostró que los fieles católicos en México se redujeron del 82.7% a un 77.7%, en los últimos diez años.
Mientras que las iglesias evangélicas y protestantes empezaron a ganar terreno en el país. Ojo, eso no las coloca como instituciones libres de pecado.
En el mundo los casos de abuso sexual por parte de sacerdotes se destaparon en los últimos dos años al grado que el Vaticano tuvo que reconocer públicamente el problema y sancionar a clérigos más cercanos a la Curia.
México no se quedó atrás
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aceptó abusos y empezó a investigar a 426 sacerdotes.
Detalló que 173 casos siguen en curso, 253 fueron completados y 217 sacerdotes pederastas fueron dimitidos del orden clerical.
Pero.
Casos como el de Eduardo Córdova, un exsacerdote prófugo de la justicia, al que se le acusa de violentar jóvenes varones durante 30 años en seminarios y colegios católicos de San Luis Potosí, y a quien el Vaticano retiró el sacerdocio y lo declaró culpable de pederastia, nos hace meditar. ¿Quién imparte la justicia para estas personas, Dios o el hombre?.
O el de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y uno de los jefes católicos más importantes de México en los 90, acusado de abusos sexual contra seminaristas, monaguillos, estudiantes y hasta con sus propios hijos, y casado en dos ocasiones, a pesar de sus votos de celibato.
Maciel nunca pisó un tribunal, murió en 2008. Dejando demonios, temores y frustración en cada una de sus víctimas.
¿Qué debemos hacer para erradicar la violencia sexual infantil?.
FM