Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron un entierro en Tula de Allende, Hidalgo, de casi 900 años de antigüedad.
En la zona se halló un entierro humano femenino acompañado de una ofrenda cerámica con una vasija con asa, un sahumador del tipo Alicia Calado, un cajete tipo Rebato Rojo Pulido, una vasija tipo Plumbate con forma de guajolote y se identificó un caparazón de tortuga.
Los expertos datan aproximadamente del 900 a 1150 d.C. todas las piezas descubiertas.
Alrededor del año 900 a 1100 D.C., Tula era una ciudad esplendorosa de casi 18 kilómetros cuadrados, con una población estimada de 80 mil habitantes.
FM