Hubo detenidos, enojó al Presidente, distrajo de sus labores a algunos funcionarios, hubo despidos y una demanda generalizada para que se cumpla con la verdadera austeridad prometida.
Lo que para muchos sería la boda del año, para sus protagonistas (según), sólo sería la celebración de la unión de su amor (¿o de intereses?).
Pidieron discreción, pero fueron ellos quienes lo hicieron en grande.
Ahora la consejera electoral Carla Humphrey, ex esposa del panista Roberto Gil, y Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a quien le costó el matrimonio y el cargo en la Fepade no frenar la investigación contra Emilio Lozoya en el caso Odebrecht, están en el ojo del huracán.
Primero, fue una de sus invitadas al enlace que se realizó en una sede de lujo, en Antigua, Guatemala, quien encendió las alertas.
Se trata de la ex secretaria de Turismo, Paola Félix Díaz, quien antes de ser morenista fue pevemista y denunció al entonces delegado de Cuajimalpa de violencia en su contra.
Ahora, la única cuatroteísta descendiente de Porfirio Díaz (como ella asegura que es) tuvo que presentar su renuncia y reconocer que viajaba en un avión privado.
En redes trascendió que iba acompañada del director de El Universal, Francisco Ealy, a quien le decomisaron 35 mil dólares en efectivo por no declararlos a las autoridades correspondientes.
La suntuosidad de la sede del evento, el menú y las bebidas que se sirvieron pasaron a segundo término cuando destacaron los personajes que participaron en el enlace: la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores; el ex Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz; el ex Mandatario queretano, Pancho Domínguez; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez; el legislador del Partido Verde y miembro del equipo de promoción de Marcelo Ebrard, Javier López Casarín, y la priista Carolina Viggiano.
Y el remate, el reproche del Presidente López Obrador en su conferencia matutina: “Es un asunto escandaloso, en efecto, aun cuando se trata de un acto privado, pues los asuntos públicos en México son cada vez más públicos, o se sabe más de asuntos o eventos privados, antes no se conocía nada”, señaló.
“Había mucha ostentación, mucho derroche, pero todo se silenciaba, ahora no, por eso hay que recomendarles a los servidores públicos qué actúen con moderación, con austeridad y que sigan el ejemplo de Juárez, que decía que el servidor público debía aprender a vivir en la justa medianía”, añadió el Mandatario.
En ese contexto, la vicecoordinadora del PAN en el Senado, Kenia López Rabadán, demandó que se aclare qué funcionarios y cómo viajaron a la boda, y criticó duramente la falsa idea de austeridad que han promovido los funcionarios morenistas, muchos de los cuales participaron en el encuentro.
“Los invitados de Morena a la boda son una muestra más de que, aunque el Presidente de la República diga misa y les prohíba a sus funcionarios gastar en cosas superfluas, ellos hacen todo lo contrario. Las cosas no han mejorado en nada; mientras que en aras de la austeridad se sacrifican programas sociales y se dejan sin medicinas a los niños que lamentablemente tienen cáncer, los miembros de la 4T no dejan de armar eventos dignos, por cierto, de la realeza europea”, afirmó.
Así que, al parecer, saldrá más caro el caldo que las albóndigas, pues el enlace matrimonial dio más de qué hablar de lo que se esperaba.
Ningún modesto funcionario habría podido asistir si realmente predicaran con el ejemplo, por lo caro del viaje, la distancia y el corto tiempo que duró.
Pero la advertencia de un conflicto de intereses que puede representar la participación de Humphrey en el INE, será un punto que se tendrá aparte que cocinar.
Mi Villano Favorito: Santiago Nieto y la Unidad de Inteligencia Financiera