Hoy en día parece imposible hacer solo una cosa a la vez. Estudiamos con música, vemos una serie mientras scrolleamos en Instagram, contestamos mensajes mientras jugamos, o escuchamos un podcast al mismo tiempo que cocinamos. Bienvenidos a la era del multitasking, donde el “todo al mismo tiempo” se volvió nuestro estado natural.

¿Por qué hacemos tantas cosas a la vez?

La respuesta es simple: vivimos rodeados de estímulos. Las apps, los notis, las canciones nuevas y los trends nos hacen sentir que si no estamos en todo, nos estamos perdiendo algo. Esa sensación tiene nombre: FOMO (fear of missing out).

¿Es realmente productivo?

Aunque creemos que el multitasking nos ayuda a avanzar más rápido, estudios dicen lo contrario: el cerebro no hace varias cosas al mismo tiempo, sino que cambia de tarea en pocos segundos. Eso significa que terminamos más cansados y, a veces, con menos calidad en lo que hacemos.

El lado positivo 

No todo es malo: el multitasking también nos volvió más adaptables, creativos y capaces de manejar diferentes plataformas al mismo tiempo. Es como un superpoder digital que nos hace vivir con intensidad.

¿Multitasking con equilibrio?

La clave está en saber cuándo sí y cuándo no. Escuchar música para motivarte mientras estudias puede ayudar, pero si tienes que concentrarte en un examen, tal vez sea mejor darle full focus.

En resumen: la era del multitasking nos define, pero no debemos olvidar que desconectarnos o enfocarnos en una sola cosa también puede ser un lujo… y una forma de recargar energía.

Por : Andy I .