Debe ser difícil vivir en una realidad alternativa… o quizá para estos tiempos y, para como están las cosas, eso sea lo mejor.
Habría que preguntarle a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien el jueves pasado compareció ante Comisiones de la Cámara de Diputados y, a decir de los presentes, se proyectó en lo que compete a cifras y al contexto económico actual, del cual al parecer prefirió abstraerse.
Quizá no fue la mejor fecha para presentarse ante el Congreso, donde la oposición aprovechó para poner en evidencia su ignorancia al respecto, sino es que su desinterés.
La funcionaria habló de recuperación y entonces hubo ocasión para enlistarle los sucesos de los últimos días: la inflación creció al 7.05%, con miras a elevarse aún más; al tercer trimestre de este año el PIB registró una reducción de 0.4%; las filas de la informalidad en materia laboral se engrosaron, lo mismo que la pobreza laboral (porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria) que incrementó 0.9 puntos porcentuales a nivel nacional, al pasar de 39.9% a 40.7%.
Pero, para ella, los empleos, la inversión extranjera y las exportaciones van a la alza en el país.
Habló de 330 millones de créditos a las MiPymes, cuando en realidad fueron 330 mil.
Además, trastabilló con la cifra real de empleos.
“Sólo para contrastar, en la crisis de 1982 la recuperación del empleo tomó más de 26 meses; en la de 1994, 24 meses, y en la de 2009, 22 meses. En esta ocasión tomó 19 meses, se han logrado recuperar 300 empleos adicionales a la etapa pre pandémica”, afirmó, aunque en realidad fueron 300 mil.
De manera elegante, su paisano y ex secretario de Economía, el priista Ildefonso Guajardo, le dio una lección en la materia, y de forma resumida, le dijo que había que fortalecer la Secretaría a su cargo para garantizar la competitividad de las empresas.
En contraste con lo que la 4T ha hecho, que ha reducido notablemente su presupuesto.
“Tenemos que tener capacidad para poder estar al frente de la atracción internacional, si no, quedaremos rezagados”, sostuvo.
Eso sí, fiel al estilo cuatroteísta, la funcionaria quiso distraer la plática y justificarse con violencia de género, haciéndose la ofendida cuando le llamaron “obediente” al Gobierno. Y hasta se quitó un listón naranja que portaba en conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia de Género.
Aunque ella misma en un momento admitió que recibe recursos de su marido, pese a que no los cabildea.
Que alguien le explique, además de factores relevantes en materia de economía, cómo los delitos en contra de las mujeres an aumento en lo que va de la presente Administración.