En México la carne de pollo es la proteína favorita, un habitante consume en promedio 28.87 kg de pollo al año, según datos de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Ante la demanda poblacional, y para acelerar su producción se han llevado a cabo procedimientos no naturales.
En los últimos años su producción se ha elevado, en 2020 se produjeron 3 millones 550 mil toneladas con un crecimiento de 1.5% respecto a 2019.
Los nutrientes y sus precios accesibles de la carne de pollo y los huevos de las gallinas han elevado su consumo, de cada 10 kg de proteína animal a la venta, 6.3 kg corresponden a carne de pollo, huevo y pavo.
Aunque actualmente el pollo forma parte de la alimentación de muchos mexicanos, anteriormente el pollo era un animal sagrado para nuestros antepasados.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Exeter, en la antigüedad los pollos no eran de consumo alimenticio, eran venerados y usados para rituales o peleas de gallos.
Después de analizar restos de pollos antiguos, los investigadores se dieron cuenta que la vida de los pollos era más larga a comparación de la vida tan corta que tienen en la actualidad.
“Las aves domésticas se introdujeron en la Edad del Hierro y probablemente tenían un estatus especial, donde se les consideraba sagradas en lugar de comida. La mayoría de los huesos de pollo no muestran evidencia de carnicería, y fueron enterrados como esqueletos completos en lugar de con otros desperdicios de comida”. dijo Sean Doherty, doctor responsable del estudio de la universidad.