Los atletas olímpicos muerden sus medallas, un gesto que ha captado la atención de muchos espectadores y medios de comunicación a lo largo de los años. Aunque a menudo se interpreta como una expresión de alegría y orgullo, hay varias razones y explicaciones detrás de este curioso hábito.

1. Un símbolo de triunfo y celebración

Para muchos atletas, morder la medalla es una forma de expresar la inmensa satisfacción y el logro personal que han alcanzado. La medalla representa años de arduo trabajo, dedicación y sacrificio. Morderla es una forma tangible de celebrar el éxito y de confirmar que lo que han alcanzado es real.

2. Tradición y costumbre

La costumbre de morder medallas tiene una larga historia. En tiempos pasados, las medallas eran hechas de metales preciosos como oro, plata y cobre, y se mordían para verificar su autenticidad. Aunque hoy en día la mayoría de las medallas olímpicas están hechas de metales menos valiosos recubiertos con una capa de oro, plata o bronce, el gesto sigue siendo una tradición en el ámbito deportivo.

3. Reacción espontánea y fotogénica

En el momento de la ceremonia de premiación, los atletas suelen estar abrumados por la emoción. Morder la medalla puede ser una reacción espontánea que captará la atención de las cámaras y ayudará a capturar una imagen memorable del momento. Para los medios de comunicación y los fotógrafos, este gesto proporciona una imagen icónica y poderosa que puede ser ampliamente compartida y apreciada.

4. Prueba de autenticidad

Aunque la mayoría de las medallas modernas no están hechas de metales preciosos puros, el gesto de morderlas sigue siendo una remembranza de los tiempos en que la autenticidad de las medallas se verificaba de esta manera. Para algunos atletas, morder la medalla sigue siendo una forma simbólica de asegurar que han ganado algo genuino y valioso.

5. Expresión cultural y personal

El acto de morder la medalla también puede tener un significado cultural o personal. En algunas culturas, este gesto puede estar asociado con celebraciones de éxito y victoria. Para otros, puede ser una forma personal de marcar un logro significativo y de compartir su alegría con el mundo.

El gesto de morder las medallas olímpicas es un acto cargado de simbolismo y tradición. Va más allá de una simple acción física; es una expresión emocional, una tradición histórica y una forma de marcar un momento inolvidable en la vida de los atletas.

Mari Díaz