A Teacher (2020) es una miniserie que no hace concesiones. Transmitida por FX y basada en el filme homónimo de 2013, escrito y dirigido por Hannah Fidell, la sinopsis anuncia que se trata de una historia de estupro, en la que una maestra de secundaria seduce —y enamora— a uno de sus estudiantes. Protagonizada por Kate Mara (House of Cards) y Nick Robinson (Love, Simon), la serie narra, con severidad, el origen y las devastadoras consecuencias de la relación ilegal entre la maestra Claire Wilson y el estudiante Eric Walker, personajes cuya debacle conjunta, ilustra la desproporción en las relaciones de poder entre ambos, así como el ejercicio del mismo, en miras de la satisfacción del deseo sexual.

Aunque no es la primera vez que el estupro es puesto a la orden de la ficción para crear conflicto en una historia, la miniserie de 10 episodios sobresale del resto, no solo por estar a cargo de su escritora y directora original, sino por mostrar, desde la primera hasta la última interacción entre Claire y Eric, evidenciando las secuelas del trauma en la víctima. Detalle presente también en el filme, aunque la serie, por extensión, se permita dilatar el conflicto, no en miras de agravar las consecuencias —terribles, a toda vista— sino de exponer las historias personales de víctima y victimaria, aun después de una década.

A la discusión se suma también el hecho de que, en la historia, el varón es la víctima y la mujer la victimaria; cuadro que tanto para Fidell como para el elenco, aporta nuevas miradas en cuanto a la concientización en torno al abuso sexual.

Ficción y prevención

La diferencia de edad entre Mara y Robinson es de 12 años, por lo que las carreras de ambos se encontraban en momentos muy distintos. Sin embargo, a raíz de A Teacher sus nombres ganaron notoriedad, no solo en la industria del entretenimiento, sino en la conversación en torno al estupro y vías de prevención y denuncia. No en vano, cada episodio inicia con la advertencia de que “esta serie contiene situaciones sexuales, así como representaciones de grooming, que pueden resultar perturbadoras”; y cierra invitando a la audiencia a una página web creada por FX junto a la Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto (RAINN, por sus siglas en inglés) destinada a apoyar a víctimas de abuso sexual.

También la cuenta Instagram de la serie (@ateacherfxonhulu), tiene en sus historias destacadas a Kate Mara aclarando que, si bien A Teacher es una historia de ficción, el abuso y trauma infantil es bastante real, por lo que invita a la audiencia (que así lo necesite) a contactar a una línea de apoyo “libre, confidencial y anónima”. De esta manera, las publicaciones de la cuenta se mueven entre la ficción y la prevención, poniendo las campañas y el mensaje, en boca de sus protagonistas.

Mirada y abordaje

Aunque cierto sector de la crítica califique el guión de A Teacher como “reciclado”, lo cierto es que a diferencia del filme, el legado de la serie trascendió la propia ficción, (desde el activismo digital presente en sus redes, hasta la posibilidad de brindarle a la audiencia una mirada más sórdida y realista), del viejo cliché del romance entre docente y estudiante, tan remanido por la ficción en novelas como Lolita (1955), de Vladimir Nabokov, que cuenta la tortuosa relación entre Humbert Humbert y Dolores Haze; pasando por el romance entre Pacey Witter y Miss Jacobs (él podía llamarla Tamara) en las primeras temporadas de Dawson’s Creek (1998-2003); hasta el encuentro de una noche entre el escritor Hank Moody y Mia Lewis, de 16 años, en el primer episodio de Californication (2007-2014).

Un clásico de la literatura y dos series (una de finales del siglo XX y la otra principios del XXI) evidencian el cambio de abordaje, en cuanto al reflejo que la industria del entretenimiento hace de las relaciones ilegales entre una persona adulta y otra menor de edad.