Si estás buscando opciones para ver el fin de semana, vale la pena que le des una oportunidad al documental de Netflix “Red Privada”, que nos recuerda uno de los crímenes más importantes ocurridos en nuestro país: el asesinato del periodista Manuel Buendía, ocurrido hace ya 37 años.
El material, dirigido por Manuel Alcalá, lleva por título precisamente el nombre de la columna de Buendía, conocido por sus atrevidos textos en donde hablaba de todo tipo de temas “incómodos” para el sistema político mexicano, como develar redes de corrupción o denunciar abusos.
La historia cuenta que el 30 de mayo de 1984, Buendía fue baleado por la espalda al salir de su oficina, ubicada en la esquina de Paseo de la Reforma e Insurgentes en la Ciudad de México. Las investigaciones llevaron a concluir que el agente Rafael Moro Ávila fue quien disparó el gatillo por órdenes de su jefe José Antonio Zorrilla Pérez, jefe de la Dirección Federal de Seguridad (DFS). ¿La razón? Aparentemente, Buendía habría descubierto sus vínculos con el narcotráfico y estaría próximo a hacerlos públicos.
Según relata Manuel Alcalá, conoció del caso mientras investigaba para el guión de la película Museo: “Fue una cadena que no paró, y sobre todo me enganché con la investigación”, dijo.
Alcalá entrevista a varios personajes clave de la época, quienes señalan como verdaderos responsables del asesinato a la CIA y al gobierno mexicano.
¿Quién fue Manuel Buendía?
Empezó su carrera en el periódico La Nación, espacio del Partido Acción Nacional (PAN), en el cual militaba. Posteriormente, fue titular de las fuentes policiaca, Presidencia, Gobernación y Relaciones Exteriores en el periódico La Prensa, que dirigió. En el ámbito público laboró en las áreas de comunicación del Departamento del Distrito Federal, de Nacional Financiera, de la Comisión Federal de Electricidad y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Trabajó también en radio y televisión.
En 1957 publicó por primera vez su columna “Red privada”. 22 años después la Agencia Mexicana de Información la distribuía a más de treinta diarios en el país.
Fue un periodista crítico, enfocado especialmente en temas relacionados con la CIA, y la corrupción.
A todo esto, ¿qué tiene que ver Manuel Bartlett en esta historia?
Resulta que el caso a originado toda una ola de declaraciones de actores políticos y periodistas quienes señalan que el verdadero autor intelectual es, nada más y nada menos, que el titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett.
En aquellos días, Bartlett era secretario de Gobernación y la Dirección Federal de Seguridad le rendía cuentas directamente. Se trataba de nuestra agencia de inteligencia, conocida por sus prácticas de espionaje y abusos.
¿Cómo es que un crimen de este tipo le pasó de frente sin darse cuenta? Peor aún: un ex agente de la DEA declaró que Bartlett fue quien dio la orden de asesinar a Buendía porque se había enterado de la participación de la CIA en el tráfico de drogas de nuestro país.
Personas cercanas a Buendía, aseguran que el periodista se había dedicado a investigar la relación entre altos funcionarios del gobierno mexicano y el cártel de Guadalajara.
Un ex agente de la DEA, Lawrence Victor Harrison, testificó en un juicio en Estados Unidos que instaló equipos de comunicaciones, incluidos dispositivos electrónicos de escucha, tanto para el DFS como para el cartel de Guadalajara a principios de la década de 1980. Ese material confirmaría el tráfico de armas y entrenamiento guerrillero que la CIA hacía en México y que ello era autorizado por altos funcionarios gubernamentales, policiales y militares, quienes habrían participado en diversas acciones delictivas que van desde el tráfico de drogas hasta el asesinato. Harrison, aseguró que Bartlett tuvo un papel central en el crimen de Buendía.
Anabel Hernández, en su libro “Los señores del narco”, explica la relación de Bartlett con el asesinato de Buendía de la siguiente manera:
“Manuel Buendía Telles-Giron […] apoyaba al candidato [Alfredo] Del Mazo, integrante del PRI que aspira a ser presidente de México[18]. Buendía conducía una investigación sobre la colusión entre [Manuel] Bardett Díaz, secretario de Gobernación, Miguel Aldana Ibarra, director del programa antidroga [de la PJF] y Manuel Ibarra Herrera, director de la Dirección Federal de Seguridad, quienes actúan en acuerdo con traficantes de drogas […]” |
“En julio de 1990, varios extractos del informe secreto de la DEA fueron publicados por los principales periódicos de Estados Unidos. Su contenido fue desvirtuado por la CIA y por el gobierno de México, quienes, por supuesto, alegaron que la información era falsa. No obstante, el desahogo de los testimonios de la Comisión Kerry respecto al caso Irán-contra y las conclusiones de dicha comisión hacen pensar que los datos proporcionados por el informante de la DEA eran bastante creíbles” |
Asesinato de periodistas: crímenes que no paran
De 2000 a la fecha, Artículo 19 ha documentado 141 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor: 130 son hombres y 11 son mujeres.
De estos, 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto y 21 en el actual de Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno de Javier Duarte, que comenzó en diciembre de 2010 y finalizó el 30 de noviembre de 2016 en Veracruz, fue el más letal para los comunicadores: 17 periodistas asesinadas/os (incluyendo al fotoperiodista Rubén Espinosa). Dicho estado tiene el mayor registro de asesinatos de periodistas, con 30.
El caso más reciente es el de Ricardo López Domínguez , director del medio Infoguaymas, asesinado el 22 de julio de 2021 en Guaymas, Sonora.
En palabras de Manuel Buendía:
“Ni siquiera el último día de su vida, un verdadero periodista puede considerar que llegó a la cumbre de la sabiduría y la destreza. Imagino a uno de estos auténticos reporteros en pleno tránsito de esta vida a la otra y lamentándose así para sus adentros: “Hoy he descubierto algo importante, pero… ¡lástima que ya no tenga tiempo para contarlo!”. |