Recordar nombres de mujeres y hombres que a lo largo de la historia han dejado huella en el ser humano, es nombrar a personajes como Darwin, Van Gogh, Nicola Testa, Mozart, Beethoven o Einstein, entre muchos otros, que hoy en día recordamos por las decenas de biografías que encontramos en internet.

A todos estos genios creativos los une una peculiaridad, y es que pareciera que la genialidad va atada de un trastorno mental. Bipolaridad, esquizofrenia, demencia, depresión, trastorno del pánico, entre otros, han estado presentes uno o más de los mencionados.

Según un estudio publicado originalmente en The British Journal of Psychiatry, el vínculo entre ser un genio creativo y el riesgo a sufrir un trastorno mental es muy significativo.

El estudio se aplicó a un grupo de la población sueca, y los autores encontraron que entre las personas que tenían un gran interés en temas artísticos o estudiaban o se dedicaban a carreras artísticas, el riesgo de padecer trastorno bipolar, depresión o esquizofrenia era más alto.

El estudio aclara que la creatividad no es la causa del trastorno, ni el trastorno es la causa de la creatividad. Por decirlo de alguna manera, existe un vínculo entre ellos, y esta conexión es porque comparten -algunos- factores genéticos.

En fechas más recientes por mencionar algún caso, recordamos al cantante y tal vez el mayor representante del “Grunge”, también conocido como sonido Seattle, Kurt Cobain, que a sus 27 años, fue localizado muerto en su casa en Seatlle. Cobain luchó durante muchos años contra una fuerte depresión.

En esta época contemporánea, vemos a genios como Bill Gates, Jeff Bezos o Elon Musk, de quienes hasta hace unos días no se mencionaba de algún trastorno mental.

La sorpresa llegó el pasado fin de semana, cuando nos enteramos que Elon Musk no se libró de este pesado e histórico mal de los genios. Pero que en su caso, reveló que tiene el síndrome de Asperger.

 

Qué es el síndrome de Asperger

La Asociación Asperger México A.C. define este trastorno mental, como“una condición neurobiológica congénita, es decir, se nace con ello, el cerebro de la persona con Asperger percibe e interpreta el mundo y sus relaciones de manera diferente, es por ello que interactúan con el mundo que los rodea de manera distinta. Esta manera diferente de percibir, les permite tener habilidades en ciertas áreas (a veces sobresalientes) y tener mucha dificultad en otras áreas.

En el año 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría, eliminó la clasificación de Síndrome de Asperger y lo incluyó como parte del Trastorno del Espectro Autista.