Antes de comenzar, me gustaría sentar en claro que no estoy a favor de esta práctica, no voy a realizar un análisis de la conversación que se está generando en torno a la misma. Sin tomar partido o condenar a ninguno de los lados, busco dejar en claro que mi opinión no es relevante para este artículo.

Me ha parecido sumamente interesante la conversación que se ha generado en torno a la situación legal de las corridas de toros en la Ciudad de México. Entre dimes y diretes, se ha presentado una enemistad, por no decir agresividad y hostilidad de un lado al otro y viceversa. 

Esto me puso a reflexionar: ¿por qué este discurso es tan explosivo entre la comunidad? Existen otros temas que están en la misma rama que pueden ser igual de importantes que no encienden los ánimos de esta forma.

La postura de los taurinos se basa en tradición, la tradición de esta práctica que se ha realizado por cientos de años y, para ser sinceros, tienen razón, no era mal visto cuando comenzó esto en tiempos donde existía la cacería y las guerras eran mucho más personales. 

Sin embargo, yo me pregunto, ¿los deportes no han evolucionado? Si el Super Bowl se jugara con cascos de piel, pocas protecciones y con los campos en las condiciones que solían estar en los años 50’s, estoy convencido que veríamos a más de un jugador perder la vida en el campo.

El mismo juego de pelota azteca ha cambiado, convirtiéndose en el futbol soccer que hoy conocemos. Creo que la motivación por ganar se vería mermada sabiendo que al ganar serás sacrificado.

El análisis que he dado a este punto es que los taurinos están inamovibles en su posición, no quieren que cambie absolutamente nada de esta práctica y, creo, que aquí radica el problema. Al no tener la flexibilidad para adaptarse a los tiempos, la respuesta de aquellos que están en contra de esto es sencilla: el prohibicionismo. 

Cuando los fanáticos de esta práctica escuchan esa palabra se sienten atacados y responden de igual forma, y poco a poco el conflicto crece, convirtiéndose en la bomba social que es actualmente.

De nuevo, no estoy promoviendo ningún lado o proponiendo una solución, pero el análisis de cómo ha evolucionado el discurso en torno a este tema es sumamente interesante.

Por: Enrique Marine

@irkahn