Matices conductuales, múltiples variables que se articulan para determinar qué es lo “bello”. Tantas menciones llenas de folclore de las que fui testigo, como la que dice: “El cielo debe estar triste porque se están cayendo los angelitos” y que, he de confesar, en ocasiones fui autor. Ahora, después de todo, creo entender a Nietzsche cuando menciona en Crepúsculo de los ídolos: “El hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección y se adora en ello. En el fondo el hombre se mira en el espejo de las cosas y considera bello todo aquello que le devuelve su imagen”. JÁ, JÁ, JÁ, JÁ, JÁ. 

La Ironía es nuestro pan de cada día

Esto seguramente se lo tomaron muy enserio varios en el Facebook, donde incluso relacionan su rostro con celebridades haciendo alusión a su parecido y, por lo tanto, su múltiple belleza. Algo es cierto: lo feo es feo y la belleza es su salvación. 

Santo Tomás de Aquino decía que “la belleza son elementos como la luminosidad, integridad o claridad de sus formas” en el libro Suma teológica, en donde se refiere a estos elementos para cualquier cosa, sea vasija, árbol o cuerpo humano. Por consiguiente, todo lo que esté asimétrico o dudoso en sus formas es feo. 

Soy la consecuencia de mi idiosincracia

Descubrí que tengo un ojo más grande. Y así seguiría con otras partes de mi cuerpo. Sé que soy la consecuencia de mi idiosincrasia, cultura y educación, y que lo agradable para mí es una exuberante rubia operada con bronceado artificial. Sí ¿no? Eso es, en resumen, la belleza, ¿no? Si no, pregúntenle a EPN, para él lo demás sale sobrando.

Hoy quisiera gritar, romper, correr, avisarles a todos; hacer un pacto, descubrir lo bello en la fealdad, lo que por consecuencia e ignorancia nos dijeron que era lo correcto. Aristóteles lo describe en Poética como “la posibilidad de realizar lo bello imitando lo repelente”. 

La fealdad en las culturas

No cabe duda que hay hechos que naturalmente son detestables por sí mismos. Darwin identificó las diferencias de la fealdad en distintas culturas; para lo que una persona era bello para la otra era feo. Y si no, ¿cómo es que los luchadores de sumo en Japón son considerados guapos. ¡Que le digan eso a Hollywood con su Brad Pitt! Ahora, si vemos a una rata agusanada, aquí y en China es detestable.

El mismo cuerpo lo comunica. Hoy, como siempre, son acuerdos sociales. Si una comunidad dice que es bello, es bello y punto, no importa por qué.

¿La sociedad dicta lo bello o no lo imponen?

Hoy vi saliendo de mi casa a una chica, quedé asombrado. Tenía una mancha gris en su cara, creo un lunar gigante que, de la frente al cuello, cubría sus ojos y parte de su boca. Fueron 5 segundos lo que la miré, quede petrificado y dejé la puerta abierta. Descubrí la sonrisa más hermosa con una pequeña mueca que jamás había visto. Ella me miró y dijo: “No, gracias, no voy a pasar”. Y siguió su camino. Me pregunte si ella puede ser tomada en cuenta para estar en la portada de una revista.

Así las cosas

Lo que sí estoy seguro es que no sería de belleza. ¡Qué lástima! No por ella, por nosotros. Por permitir que a nuestros ojos y cerebro entren tantos acuerdos visuales, determinados unos cuantos, que se han apropiado de la belleza y nos han hecho esclavos. O peor aún, aprendices, igual a monos en un gran circo.

Quiero seguir contemplando desinteresadamente para ver la belleza en la fealdad y dejar de ser un mono más, volver a ser un niño que prefería luchadores del mercado a lo bello de un carrito de Hot Wheels.

La pintura Mujer que llora de Picasso era considerada horrible hasta que algunos cuantos aristócratas decidieron que no.

@Mario Spindola

@cibertenoch