En un mundo hiperconectado, mantenerse enfocado en el trabajo puede ser un desafío constante. Las notificaciones, los correos electrónicos y las redes sociales compiten por nuestra atención, afectando la productividad y la calidad del trabajo. Sin embargo, existen estrategias basadas en estudios científicos que pueden ayudar a minimizar las distracciones y mejorar la concentración. A continuación, exploramos algunas de las más efectivas.
Eliminar distracciones digitales
Uno de los principales factores que afectan la concentración son las distracciones digitales. Según un estudio de Mark et al. (2018), cada vez que una persona es interrumpida por una notificación, tarda un promedio de 23 minutos en recuperar su nivel de enfoque anterior. Para evitar esto, es recomendable:
- Desactivar notificaciones innecesarias.
- Utilizar aplicaciones que bloqueen el acceso a redes sociales durante periodos de trabajo.
- Revisar el correo electrónico en horarios establecidos en lugar de hacerlo constantemente.
Aplicar la técnica pomodoro
La técnica Pomodoro, desarrollada por Francesco Cirillo en la década de 1980, consiste en trabajar durante 25 minutos sin interrupciones, seguidos de un descanso de 5 minutos. Un metaanálisis de la Universidad de Illinois (Pashler et al., 2013) indica que tomar descansos breves mejora la atención y reduce la fatiga mental.
Crear un ambiente de trabajo adecuado
El entorno físico influye en la concentración. La investigación de Knight y Haslam (2010) muestra que un espacio de trabajo ordenado y con elementos personales puede aumentar la productividad en un 32%. Algunas recomendaciones incluyen:
- Mantener el escritorio limpio y organizado.
- Asegurar una buena iluminación, preferiblemente natural.
- Usar auriculares con cancelación de ruido si el entorno es ruidoso.
Establecer objetivos claros
Tener una meta clara mejora la dirección del esfuerzo. Según la teoría de establecimiento de metas de Locke y Latham (2002), los objetivos específicos y desafiantes incrementan el desempeño en un 90% comparado con aquellos vagos o fáciles de lograr. Para optimizar la concentración:
- Dividir las tareas grandes en subtareas manejables.
- Establecer fechas límites realistas.
- Usar listas de tareas diarias para mantener el enfoque.
Gestionar la energía y el bienestar
El estado físico y mental impacta la capacidad de concentración. Un estudio de Mednick et al. (2008) revela que una siesta de 20 minutos puede mejorar la memoria y el rendimiento cognitivo. Además, es fundamental:
- Dormir al menos 7 horas por noche.
- Mantener una alimentación equilibrada.
- Realizar actividad física regularmente.
La concentración en el trabajo es una habilidad que se puede entrenar y mejorar con prácticas efectivas. Al reducir distracciones digitales, implementar la técnica Pomodoro, optimizar el entorno de trabajo, establecer metas claras y cuidar la salud, se pueden maximizar los niveles de productividad y bienestar laboral.
Referencias
- Knight, C., & Haslam, S. A. (2010). Your Place or Mine? Organizational Identification and Comfort as Mediators of Relationships Between the Physical Work Environment and Work Attitudes and Performance. Journal of Environmental Psychology, 30(1), 23-34.
- Locke, E. A., & Latham, G. P. (2002). Building a Practically Useful Theory of Goal Setting and Task Motivation: A 35-Year Odyssey. American Psychologist, 57(9), 705-717.
- Mark, G., Gudith, D., & Klocke, U. (2018). The Cost of Interrupted Work: More Speed and Stress. Proceedings of the SIGCHI Conference on Human Factors in Computing Systems.
- Mednick, S. C., Cai, D. J., Kanady, J., & Drummond, S. P. (2008). Comparing the Benefits of Caffeine, Naps and Placebo on Verbal Memory. Behavioral Brain Research, 193(1), 79-86.
- Pashler, H., Bain, P. M., Bottge, B. A., Graesser, A., Koedinger, K., McDaniel, M., & Metcalfe, J. (2013). Improving Students’ Learning with Effective Learning Techniques: Promising Directions from Cognitive and Educational Psychology. Psychological Science in the Public Interest.