Los 2000s están de vuelta (y no es coincidencia)
Seguro ya lo notaste: están regresando los pantalones a la cadera, los flip phones, las cámaras digitales y hasta los dibujos animados de tu infancia. Pero… ¿por qué de repente todo lo viejo se puso de moda otra vez? No es casualidad. Es marketing, y se llama nostalgia.
¿Qué tiene la nostalgia que tanto vende?
Cuando algo nos recuerda momentos felices del pasado, como nuestra niñez o adolescencia, sentimos una conexión emocional. Las marcas lo saben, y por eso usan referencias que nos hagan decir:
“¡Eso lo tenía yo!” o “¡Eso lo veía cuando era chiquito!”
Esa emoción = confianza. Y confianza = compras.
¿Dónde se ve esto?
En todos lados. Algunas pruebas:
Campañas con estilo vintage: colores neón, filtros tipo VHS o polaroid.
Productos relanzados: celulares tipo flip, Tamagotchis, consolas antiguas.
Series y pelis con vibra retro: como Stranger Things o Barbie versión Y2K.
Música y moda: artistas sacando versiones “acústicas” o estilo noventero.
¿Y por qué ahora está tan fuerte?
Después de tiempos complicados (pandemia, crisis, estrés), muchas personas buscan “refugio” en cosas que les traen calma o buenos recuerdos. Los marketers lo entendieron: vender cosas que nos hacen sentir bien es mucho más fácil que vender algo solo por ser nuevo.
¿Qué marcas lo están usando bien?
Pepsi lanzó una edición con el diseño antiguo de los 90s.
Nike trajo de vuelta los Air Max con estética de los 2000s.
Barbie revivió su estilo clásico justo cuando estaba por perder relevancia… y BOOM.
¿Qué nos enseña esto?
Que las emociones venden más que los datos. Si algo te toca el corazón (o te recuerda tu primer celular), es muy probable que conectes con eso… incluso si no lo necesitas realmente.
Por : Andy I.