Por: Majo Juárez

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Qué bonita es la Navidad. Se ha vuelto toda una tradición: vestirse para la noche, abrir los regalos, tomarse la foto perfecta, postearla en Facebook o Instagram, esperar los comentarios, subir una historia… y luego, finalmente, si da tiempo, cenar con la familia.

¿Te suena familiar? Parece que en lugar de disfrutar el momento, estamos más preocupados por capturarlo y compartirlo. Las redes sociales, que empezaron como una herramienta para conectar con los demás, se han convertido en una especie de adicción digital. Nos atrapan en un vicio de likes, comentarios y publicaciones que, sin darnos cuenta, nos desconectan de lo que realmente importa: las personas y los momentos reales frente a nosotros.

Momentos

Cuando estás viviendo un momento especial, no cabe duda que las ganas de capturarlo son naturales, pues buscamos la forma de recordarlos con amor y cariño. Las fotos y videos nos permiten revivir esas emociones años después, como si estuviéramos ahí de nuevo. Sin embargo, ¿qué pasa cuando nos enfocamos tanto en capturar el momento que dejamos de vivirlo realmente? Esa obsesión por la foto perfecta o la historia más creativa nos roba la oportunidad de disfrutar el presente con quienes más queremos. Al final, ¿qué vale más: una foto o un recuerdo genuino vivido plenamente?

Sentimientos

Las redes sociales nos han acostumbrado a buscar validación externa: los likes, los comentarios, los mensajes que nos hacen sentir valorados y amados. Pero en esta búsqueda olvidamos algo esencial: el cariño y el amor más genuino no vienen de una pantalla. Están en conexión real con nuestras familias, amigos y seres queridos. Esta Navidad, en lugar de buscar afecto en los likes de Instagram, busquemos miradas sinceras, risas compartidas y abrazos que llenen el alma.

Acciones

Atrévete. Atrévete a vivir estas vacaciones sin la constante necesidad de estar conectado. No tengas miedo de desconectarte de las redes sociales y reconectar con el mundo que tienes frente a ti. Deja que esta Navidad sea un detox de tu vida digital y una oportunidad para disfrutar lo que realmente importa: los momentos simples, las conversaciones reales y la magia de estar presente. Vive el momento, disfruta del mundo y redescubre el poder de conectar con quienes más amas.