Cada 10 de mayo, México se llena de flores, música, abrazos y palabras de agradecimiento para celebrar una de las fechas más significativas del calendario: el Día de las Madres. A diferencia de otros países donde esta celebración cambia cada año, en México la fecha es fija, lo que ha convertido al 10 de mayo en una jornada tradicional de homenaje a las mujeres que dan vida y entregan amor sin límites.

Un día con historia

El Día de las Madres en México se celebró por primera vez en 1922, gracias a una iniciativa del periodista Rafael Alducín y el periódico Excélsior, con el respaldo de instituciones gubernamentales y religiosas. El objetivo era rendir tributo a la figura materna como pilar fundamental de la familia y la sociedad mexicana. Desde entonces, esta fecha ha sido una de las más importantes y emotivas del país.

Tradiciones que viven en el corazón

La forma en que se celebra este día varía según cada familia, pero hay elementos comunes que lo caracterizan. Desde temprano, muchos hijos e hijas despiertan a sus madres con serenatas, especialmente con el clásico “Las Mañanitas”. Las escuelas organizan festivales donde los niños cantan, bailan o recitan poemas, mientras que los hogares se llenan de flores, pasteles y regalos.

Es también un día de reunión familiar. Muchas familias preparan comidas especiales o salen a comer fuera, lo que convierte al 10 de mayo en una de las fechas con mayor actividad en restaurantes de todo el país. Es un momento para agradecer, abrazar y recordar, incluso a aquellas madres que ya no están físicamente presentes.

Más allá del festejo

Aunque la celebración es motivo de alegría, también invita a la reflexión. En años recientes, movimientos feministas han señalado la necesidad de reconocer el papel de las madres no solo desde la idealización, sino también desde una perspectiva de derechos. Muchas mujeres madres enfrentan condiciones laborales injustas, falta de apoyo institucional y desafíos sociales que merecen atención y acción.

Una celebración que perdura

El Día de las Madres en México es una mezcla de tradición, amor y cultura. Más allá de los regalos o las flores, es una oportunidad para expresar gratitud por la entrega cotidiana, por las enseñanzas y por el amor que las madres ofrecen, muchas veces de forma silenciosa y constante. Es, en definitiva, una fecha para honrar la vida misma.