No debería sorprender demasiado que el presidente López Obrador haya anunciado que no asistirá al Senado de la República para la entrega de la medalla Belisario Domínguez el jueves 7 de octubre. El personaje aludido es un símbolo nacional de la libertad de expresión y la pluralidad política, dos características de un sistema democrático que incomodan a López Obrador.
La justificación que usó el presidente para no presentarse en la ceremonia está vinculada, precisamente, con su rechazo a la diversidad de ideas y el uso de la voz para expresarlas. La senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Lilly Téllez publicó un tuit en el que escribió: “El violador serial de la Constitución: el señor presidente López Obrador… vendrá al senado la próxima semana; es preciso hacerle frente”. Bastó un tuit de una senadora de oposición para que el presidente considerara que no era conveniente acudir al Senado para este evento. “No voy a asistir porque una legisladora convocó a que me falten el respeto”.
AMLO vs. Lilly Téllez. El presidente no asistirá a la entrega de la medalla Belisario Domínguez
Según la interpretación del presidente, cuando Lilly Téllez llama a “hacerle frente”, está haciendo un llamado a faltarle al respeto. En su fantasía autoritaria, encarar a una senadora de otro partido es impensable; la existencia de ideas distintas a las suyas le parece tan grave que lo considera un ataque directo a su persona.
Puede discutirse si la entrega de la medalla Belisario Domínguez es o no la ocasión adecuada para que los senadores y las senadoras debatan la vida pública con el presidente de la República. Al fin y al cabo, el objetivo es condecorar a personas mexicanas que han hecho aportaciones loables al país. Sin embargo, la decisión de no asistir y la justificación que ofreció para no presentarse son, sin más, antirrepublicanas y antidemocráticas.
Belisario Domínguez fue un médico y senador chiapaneco que se opuso a los excesos que cometió Victoriano Huerta como presidente. Por ello, terminó asesinado a manos del régimen. Según cuenta la leyenda, antes de asesinarlo su enemigo político Aureliano Urrutia le cortó la lengua por las críticas feroces que profirió contra Huerta, a quien se la envió posteriormente como trofeo.
López Obrador envió a su ejército de Aurelianos Urrutia en el Senado a llamar “traidora” a Lilly Téllez y a otros miles en redes sociales a ofenderla e incluso amenazar con acabar con su vida y la de su hijo. Por sus ataques incansables contra la pluralidad política y la libertad de expresión, Andrés Manuel López Obrador es acreedor a la medalla anti-Belisario Domínguez.
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