Si los registros de temperatura en México siguen igual, el aumento de temperatura anual en el mundo continúa como hasta ahora, el hielo de los glaciar en en los Volcanes Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba desaparecerán en el 2050.

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En los años 50 en el Iztaccíhuatl había 11 masas de hielo, actualmente quedan tres, el último de ellos en desaparecer fue el glaciar de Ayoloco, del que no queda nada, sólo una placa de metal que nos recuerda que ahí estuvo el Ayoloco hasta desaparecer en 2018.

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, platicaron con el diario español El País y aseguran que luego de sus visitas a estos colosos, en el país solo quedan cinco glaciares, repartidos en dos montañas: el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba. En total ocupan menos de un kilómetro cuadrado de hielo. Los expertos aseguran que en 2050 no quedará ninguno. El calentamiento global es el culpable de la desaparición acelerada de esta fuente de agua.

El glaciólogo Hugo Delgado, insiste en que se debieron haber tomado medidas hace tiempo. Ahora la desaparición de esta fuente de agua es irremediable. Las laderas sin hielo y las piedras como huesos desperdigados son lo único que dejarán los glaciares que ocuparon las altas montañas de México.

En el resto de México solo quedan otras dos masas de hielo perenne: el glaciar Norte y el pequeño Noroccidental, que suman poco más de 0,6 kilómetros cuadrados. Están en el Pico de Orizaba, también llamado Citlaltépetl, en el límite del Estado de Puebla con Veracruz. Es la montaña más alta del país, de 5.675 metros, y en los últimos 60 años han desaparecido cuatro glaciares. El Norte, la última esperanza de estudio de los geólogos, también agoniza. Ha perdido sus lenguas, los ocho tentáculos de hielo que serpenteaban la montaña. “Está aflorando ya la roca. El espesor del hielo es mínimo”, apunta Delgado, director hasta este abril del Instituto de Geofísica de la UNAM.