El domingo, familiares y amigos de Rosario Robles iniciaron acciones de lo que llamaron “resistencia civil pacífica” para denunciar lo que consideran violaciones a los derechos humanos de la ex funcionaria, quien fungió, entre otros cargos, como Secretaria de Desarrollo Social de Enrique Peña Nieto.

Una de las acciones más importantes que llevaron a cabo fue entregar un pliego petitorio a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH). En el documento se solicita una entrevista con el Guillermo Fernández-Maldonado Castro, titular de esta oficina y se exige la liberación inmediata de Rosario Robles. De acuerdo con el documento, Robles se encuentra en prisión como consecuencia del “uso faccioso de las instituciones de procuración de justicia” que ha hecho el gobierno federal, “amparado en el discurso de combate a la corrupción”. Se detalla que Robles está acusada de un delito que no requiere prisión preventiva y, sin embargo, ha estado encarcelada sin una sentencia durante más de dos años.

El mismo domingo se publicó un video en el que, desde el penal de Santa Marta Acatitla, Rosario Robles invita a simpatizantes a participar en la jornada pacífica “para exigir justicia, para exigir mi libertad y la de muchas otras y muchos otros que están recluidos de manera injusta”. Hizo un llamado a “que se haga justicia, porque si es venganza, no es justicia; porque si se utilizan las instituciones de la República para venganzas personales, para venganzas políticas, estamos generando un retroceso muy grave”.

La movilización de resistencia pacífica tiene programada una protesta en la Glorieta de la Palma en Paseo de la Reforma de Ciudad de México el 24 de noviembre y un plantón en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para el 26 de noviembre entre las 10 y las 14 horas.

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