Burundanga, la droga del silencio, utilizada para robar en antros y lugares nocturnos de México, también llamada escopolamina, proviene de Sudamérica y se ha convertido en una herramienta para los delincuentes.
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Por ser una sustancia que se puede administrar de forma oral, nasal o cutánea, es decir en bebidas, dulces, chocolates, servilletas, billetes, hasta por medio de un abrazo, además de ser incolora e insípida, lo que favorece su uso sin levantar sospecha.
Al ser aplicada de cualquier forma en la persona, inhibe su sistema nervioso, por lo cual la víctima pierde poder de consciencia y decisión, lo que facilita delitos de robo de pertenencias, robo a casa habitación, secuestro exprés para sacar dinero de cajeros y violaciones.
