Hay días en los que simplemente no se puede con la vida. Y si además estás menstruando, todo se siente multiplicado por mil: el dolor, el cansancio, la sensibilidad, las ganas de llorar por un perrito que pasa en la calle o las ganas de gritar porque el cielo se nubló. Respira. No estás solx.

Aunque cada cuerpo es distinto y cada ciclo también, aquí te compartimos algunos tips que pueden ayudarte a sentirte un poquito mejor durante esos días, que a toda persona que menstrua le son difíciles. 

Escucha a tu cuerpo (y dale lo que necesita)

Tal vez hoy no vas a rendir al 100, y está bien. Si puedes, baja un poco el ritmo. Dormir más, evitar compromisos innecesarios o simplemente darte un break puede marcar la diferencia.

Calor: tu mejor aliado

Una bolsa de agua caliente sobre el abdomen o la espalda baja puede ayudarte a aliviar los cólicos. El calor relaja los músculos uterinos y reduce el dolor. También puedes tomar baños tibios si tienes tiempo (y ganas).

Comida que apapacha

Alimentos ricos en magnesio como el plátano, espinacas o chocolate oscuro pueden ayudar a relajar los músculos y mejorar el estado de ánimo. Evita alimentos muy salados o con mucha cafeína, que pueden inflamarte o ponerte más irritable.

Movimiento suave

Aunque no siempre se antoja, el ejercicio moderado como caminar, hacer yoga o estiramientos puede liberar endorfinas, esas hormonas que nos hacen sentir bien y ayudan a disminuir el dolor.

Di no sin culpa

No tienes que ser productiva, sonriente y disponible todo el tiempo. Si te sientes emocionalmente más vulnerable, es válido poner límites y darte espacio. A veces, decir “no puedo hoy” es un acto de autocuidado.

Ten a la mano lo esencial

Lleva siempre contigo lo que sabes que te hace sentir segura: toallas, tampones, copa menstrual, analgésicos si los usas, y una muda extra por si acaso. Anticiparte puede ahorrarte momentos incómodos.

No ignores el dolor excesivo

Si los cólicos te impiden hacer tu vida normal o son insoportables, no lo normalices. Consulta con una ginecóloga. Podría tratarse de endometriosis, síndrome premenstrual severo o algún desequilibrio hormonal.

Tener la regla no debería sentirse como una maldición, aunque a veces así se viva. Hablarlo, pedir ayuda y priorizarse son formas de resistir y también de sanar. Tu ciclo es parte de ti, pero no te define. Cuídate, apapachate y sé amable contigo mismx.