No importa que el Presidente de la República no lo haya mencionado, el líder de la bancada de Morena en el senado, es claro en sus aspiraciones: va por la grande.

Como lo escribió en su columna: “Mantengo mi legítima aspiración a participar, llegado el momento, en el proceso sucesorio presidencial, dentro de Morena, respetando el proceso y las reglas que el movimiento fije al respecto, considerando mi condición de fundador, militante y aliado histórico del Presidente y de la 4T”. Más claro, ni el agua.

 

 

Recientemente, el presidente abrió su lista de posibles sucesores para 2024. La encabezan los más mencionados: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Luego, mencionó también a Juan Ramón de la Fuente (embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas), Tatiana Clouthier (Secretaria de Economía) y Esteban Moctezuma (Ex Secretario de Educación y actual Embajador de México ante Estados Unidos). Y recientemente, incorporó a Rocío Nahle (Secretaria de Energía).

 

Tanto en su columna, como en las diversas entrevistas, Monreal reconoció sentirse tranquilo, aunque el titular del Ejecutivo no haya dicho su nombre.

 

“Por lo que a mí respecta, entiendo que la mención de las y los aspirantes a sucederlo alcanza en este momento a quienes forman parte del Ejecutivo federal, y no implica la exclusión o discriminación de otros simpatizantes de la 4T en el Poder Legislativo o en las gubernaturas”.

 

Luego de la debacle en la elección de la Ciudad de México, ha sido ampliamente comentado que para Claudia Sheinbaum el responsable tiene nombre y apellido: Ricardo Monreal.

Ya que al dejar fuera al zacatecano en la selección de candidatos a alcaldes, éste operó para que la candidata de la Alianza Va por México, Sandra Cuevas venciera a Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, quien contaba con todo el apoyo del morenismo. Cuestionado al respecto, Monreal respondió: “No traicioné al movimiento. No soy responsable de nada, no puedo torcerle el brazo a los electores de la Cuauhtémoc”.

 

Después de múltiples desayunos en Palacio Nacional, es imposible conocer si Monreal ya cayó de la gracia de AMLO, pero lo que sí es observable es que después de la elección estos son los hechos:

  1. El presidente reconoció que los resultados desfavorables de la elección en la CDMX habían sido por la ambición al interior de Morena: “Sí existe eso de que piensan que es lo mismo, que es el ‘quítate tú porque quiero yo’, se les olvida que estamos viviendo un momento un histórico de transformación y son tan irresponsables e inconscientes que por su ambición personal son capaces de apoyar a los conservadores corruptos”.
  2. Dos veces le han preguntado por su lista de sucesores. Dos veces que “omitió” mencionar a Monreal.
  3. Claudia Sheinbaum escuchó gritos de ¡presidenta, presidenta! a la reciente celebración llevada a cabo en el Auditorio Nacional por el tercer aniversario de la victoria de Morena en las urnas. Mientras que Ricardo Monreal no asistió porque “ya tenia un compromiso previo que no podía cancelar”.

 

Ricardo Monreal sigue su camino.

En pasarela de medios dejó claro su mensaje:

“No soy un ambicioso vulgar, sino un aspirante modesto… Soy un hombre que camina contracorriente… Me he preparado muchas décadas… No estoy ni preocupado ni angustiado. Estoy trabajando”,

 

Si el presidente quiere sacar sus tan anunciadas reformas en el Senado, sí o sí necesitará de la astucia política de Monreal. Aunque faltan tres años para la elección, pareciera entonces que su decisión está tomada: con o sin la anuencia de palacio, Ricardo Monreal va.