La ansiedad, el estrés, la depresión y los trastornos del sueño pueden ocasionar que durante el día o la noche aprietes o rechines sin algún sentido tus dientes, provocando inflamación muscular en la mandíbula y dolores de cabeza.

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A dicho padecimiento se le conoce como bruxismo, en México el 80% de la población es víctima de esta alteración involuntaria, informó Ivonne Rodríguez Castañeda, académica de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM.

No distingue edades

Se puede presentar en niños, adolescentes y adultos, de acuerdo con la especialista, la prevalencia en cada sector es de 5 a 40% y de 15 a 25%, respectivamente. Además agregó que a lo largo de la vida, todos llegaremos a presentar bruxismo.

 Aunque no es un padecimiento nuevo, Rodríguez Castañeda mencionó que la pandemia elevó los casos de bruxismo.

  • “La crisis sanitaria provocó que los casos se incrementarán, la pandemia duplicó los niveles de ansiedad, estrés y depresión hasta un 38% disminuyendo los niveles de salud física y mental, cuyas consecuencias afectaron la actividad del sistema masticatorio o de la boca”.

Datos del bruxismo

  • Puede ser generado por alteraciones en el sueño, periodo asociado a una intensa excitación neuronal o microdespertares
  • Durante el día está principalmente asociado al estrés 
  • Altera por completo las funciones de la boca o del sistema estomatognático (boca y maxilares vinculados anatómica y funcionalmente)
  • Genera desgaste dentario 
  • Produce contracturas, dolor, modifica la posición de la mandíbula y altera la integridad articular

Tratamiento

  • Férulas oclusales (aparatos removibles), guardas e incluso prótesis que hacen un espacio entre los dientes para protegerlos de la fuerza que ejercen los músculos de la boca.
  • Técnicas de relajación por medio de masajes para liberar tensión, técnica de biofeedback relajación facial identificando cuándo tiene niveles altos de estrés
  • Terapia física para controlar el comportamiento muscular como: la electroacupuntura, acupuntura, láser, ultrasonido, para relajar el músculo y  conservarlo sano. 
  • Uso de medicamentos como: los ansiolíticos, antidepresivos y antiparkinsonianos.