Este joven que se ve en la imagen que acompaña al  texto es Miguel, quien se hizo famoso por sobrevivir al accidente de la L12 del Metro hace 10 días, el cual ha dejado más de 26 personas muertas y 33 heridos de gravedad. Su historia recorrió los portales de los principales diarios de circulación nacional y redes sociales, pues dejó ver la preocupación que vive al dormir bajo el puente que cimbraba cuando pasa el vagón. 

Miguel lleva viviendo entre las calles de la Ciudad de México al menos 10 años y mientras camina por las calles de Tláhuac, va recogiendo PET y latas para poder subsistir. En las noches, se reúnen él y sus amigos a dormir bajo el puente en el que descansan con miedo. 

Aunque él nunca le ha pedido ningún apoyo a nadie y mucha gente se ofreció a apoyarlo, Miguel respondió a través de los micrófonos y la cámara de EnVozMx:  “Le digo a toda la gente que habla bien o mal de mí, que gracias por sus intenciones, pero no jueguen”. Además, comentó que: “Tanta gente que dice que me va a apoyar y aquí estoy y sigo igual, nadie me ha dado nada, más que la misma gente del pueblo es la que me ha regalado los 10 y 15 pesos, y me han dado de comer. Pero que un ‘diputado’ que me ha buscado dice que me va a dar 8 mil pesos. Aquí estoy, yo no necesito dinero, yo sólo quiero vivir feliz. Y sigo viviendo en el puente”.

Simón Levy-Dabbah, quien por medio de su cuenta de Twitter ofreció el 4 de mayo recompensa de 8 mil pesos, envió el pasado 14 de mayo a Jaime Ortega los 8 mil pesos, pues de acuerdo con su respuesta, el dinero que había sido ofrecido sería directamente para Miguel, ya que pasaba por su trabajo diariamente juntando pet. Sin embargo, no existe más información sobre si Miguel recibió el dinero acordado.

De la propia boca de Miguel salió que sigue en el mismo lugar: “Sigo viviendo en el puente. Ahorita, después de que nos robaron nuestra cobija de mi bolsa, sólo tenemos esa cobija y con esa vamos a dormir”. También, el joven reconoce que aunque mucha gente dice apoyarlo, sólo los vecinos de la zona son quienes le han brindado unas monedas para poder almorzar en el comedor comunitario.