El Alzheimer es una enfermedad que rompe todo el núcleo familiar y despierta sentimientos que no estamos preparados a entender o en ocasiones no queremos concebir.

El Alzheimer no tiene cura, es progresiva y al final es devastador. Además, un grupo de científicos de la Universidad Británica de Bath determinó que el exceso de glucosa daña una enzima vital involucrada en la respuesta inflamatoria en las primeras etapas de la enfermedad.

  • Los niveles altos de azúcar en sangre o hiperglucemia son características de la diabetes y la obesidad, pero su relación con el Alzheimer no es tan conocida.

Hasta ahora.

Estos científicos ubicaron que en las personas con Alzheimer las proteínas anormales se juntan para formar placas y se forman bolas en el cerebro que lo dañan progresivamente y conducen a un deterioro severo.

¿Cómo se detectó?

Al estudiar muestras de cerebros humanos con y sin Alzheimer, utilizando una técnica sensible para detectar la glicación, se descubrió que en las primeras etapas de la glicación de la enfermedad de Alzheimer daña una enzima llamada MIF (factor inhibidor de la migración de macrófagos) que desempeña un papel en la respuesta inmune y la regulación de la insulina.

El MIF está involucrado en la respuesta de las células cerebrales llamadas glía a la acumulación de proteínas anormales en el cerebro durante la enfermedad de Alzheimer, y los investigadores creen que la inhibición y reducción de la actividad del MIF causada por la glicación podría ser el “punto de inflexión” en la progresión de la enfermedad. Parece que a medida que avanza la enfermedad de Alzheimer, aumenta la glicación de estas enzimas.

  • Esto ayudaría a identificar a aquellas personas en riesgo de enfermar de Alzheimer y conducir a nuevos tratamientos o formas de prevenirla.

En el mundo, hay alrededor de 50 millones de personas con Alzheimer y se prevé que esta cifra aumente a más de 125 millones para el año 2050.

FM