A inicios de noviembre de 2025 Starbucks lanzó el Glass Bearista Cold Cup —un vaso de vidrio con forma de oso, tapa tipo gorrito y popote verde— que se convirtió en un fenómeno inmediato: colas, ventas agotadas en minutos, reventas por cientos de dólares y una disculpa pública de la compañía. Este artículo explora las causas (psicológicas y de marketing), la dinámica de la viralidad y las lecciones prácticas para marcas. 

1. ¿Qué pasó exactamente? (resumen rápido)

  • Starbucks lanzó la colección navideña y entre los productos destacó el Bearista cup, un vaso de 20 oz con diseño de oso y un gorrito verde. La pieza se mostró en redes y, al salir a la venta el 6 de noviembre, se agotó casi de inmediato; Starbucks terminó emitiendo una disculpa por la falta de stock.
  • La demanda llevó a colas, enfrentamientos en algunas tiendas y anuncios de reventa en plataformas como eBay a precios muy superiores al original.

2. ¿Por qué se volvió viral? factores combinados

Diseño emocional y “kawaii”

El diseño antropomórfico (un oso con gorrito) apela a lo tierno y coleccionable: estética que funciona en feed visuales de Instagram y TikTok. Mostrar el producto en contexto (gente con su vaso, influencers) multiplicó su deseo.

Timing y cultura de las colecciones

Lanzarlo en temporada navideña —cuando el coleccionismo de vasos de Starbucks ya es tradición— explotó esa expectativa cultural y el sentido de ocasión limitada.

Escasez y efecto “drop”

Starbucks manejó el lanzamiento como un drop: cantidades limitadas y una ventana de compra corta. Eso activa FOMO (fear of missing out) y comportamientos de compra impulsiva, acentuados por algoritmos que priorizan contenidos de alto engagement. Noticias y reportes analizan cómo la escasez deliberada aceleró la reventa y las colas. 

Amplificación por redes y cultura Gen Z

Los usuarios jóvenes convierten objetos accesibles en símbolos de estatus: poseer el vaso significa “estar al día” con tendencias asequibles y virales, lo que lo convierte en contenido repostable. Medios como Vox han conectado la tendencia con cómo Gen Z reconfigura los símbolos de estatus. 

3. Datos clave (lo más load-bearing)

  • Fecha de impacto: la pieza se viralizó tras el lanzamiento de la línea navideña el 6 de noviembre de 2025.
  • Reacción de la marca: Starbucks publicó una disculpa pública por el desabasto y anunció más mercancía durante la temporada.
  • Reventa: listados en eBay y otras plataformas llegaron a precios exorbitantes, lo que alimentó la noticia y el fenómeno viral.
  • Cobertura mediática: grandes medios (ABC, People, Fox Business, Forbes) cubrieron tanto la viralidad como las lecciones de marketing.

4. El marketing detrás del fenómeno: 4 tácticas (y riesgos)

  1. Diseño emocional + shareability: crear un objeto “instagrammable” que la gente quiera mostrar. Riesgo: si el producto es frágil o poco útil, la decepción puede volverse ruido negativo.
  2. Drops y escasez deliberada: concentran demanda y generan historias en redes. Riesgo: frustración del cliente, problemas operativos y reputacionales (como pasó con la disculpa pública).
  3. Sinergia con cultura pop y microinfluencers: amplificación orgánica sin necesidad de altísimos gastos publicitarios. Riesgo: pérdida de control narrativo (resellers, brawls, parodias). 
  4. Merchandising como “mensaje de marca”: llevar la estética navideña al consumo cotidiano (buscar joya, nostalgia). Riesgo: que el mensaje se pierda si la ejecución logística falla.

5. Impacto en consumidores y mercado secundario

  • Consumidor: del deseo al resentimiento —muchos usuarios reportaron frustración por la falta de stock; otros acudieron a reventa.
  • Mercado secundario: aumento de listings y precios; aparición inmediata de “dupes” por retailers y supermercados que buscan capitalizar la moda (Walmart, Aldi, etc.). Esto acelera la democratización del diseño viral.

6. Lecciones para marcas (prácticas y accionables)

  • Planifica la logística, no solo el hype. Si buscas crear demanda via drops, asegúrate de prever stock suficiente o una estrategia de re-lanzamientos controlados. (Caso Starbucks: disculpa pública por desabasto).
  • Mide el riesgo reputacional: la escasez puede ser buena hasta que provoca confrontaciones o frustración generalizada. Comunica con transparencia. 
  • Monitorea el mercado secundario: si aparecen reventas extremas, evalúa si conviene restock, edición limitada adicional o alternativas oficiales para frenar el scalping.
  • Convierte la viralidad en comunidad: ofrece experiencias, contenido UGC (user-generated content) y micro-colecciones que mantengan el interés sin crear crisis. 

7. ¿Es la “bearista” una moda pasajera o un cambio cultural?

El fenómeno revela dos cosas duraderas: 1) la capacidad de objetos asequibles para convertirse en símbolos culturales cuando se alinean diseño + timing + redes sociales, y 2) cómo la estrategia de scarcity marketing puede amplificar —o romper— la relación entre marca y cliente. Medios culturales ya analizan cómo Gen Z transforma ítems cotidianos en “status signals” asequibles; esto sugiere que la dinámica seguirá repitiéndose con otras piezas de merch y retail. El Bearista Cup no fue solo un vaso bonito: fue una ecuación perfecta de diseño emocional, calendario comercial, dinámica de redes y marketing de escasez. Las marcas aprenden que crear deseo es relativamente fácil; lo difícil es gestionarlo sin romper la confianza del consumidor. Para los creadores de tendencias y mercadólogos, la recomendación es clara: piensen en diseño + logística + ética de marca antes de encender el hype.